Takefusa Kubo ha elevado la presencia de japoneses en el Reale Arena, un impulso al turismo y la pasión por la Real Sociedad
Desde la llegada de Take Kubo a la Real Sociedad, la presencia de aficionados japoneses en el Reale Arena se ha convertido en una constante. Este fenómeno, más allá de enriquecer la atmósfera de los partidos, ha transformado la imagen de Donostia en Japón, gracias a la popularidad del jugador. Cada partido en casa se convierte en una pequeña invasión japonesa, con seguidores ansiosos por apoyar a Kubo y, de paso, explorar la ciudad.
El último encuentro contra el Cádiz fue un claro ejemplo de esta tendencia. Horas antes del partido, el área alrededor del estadio ya estaba repleta de fans japoneses, navegando por la tienda oficial del club en busca de memorabilia, especialmente aquella relacionada con el dorsal 14 de Kubo.
Kubo, más que un jugador para la Real Sociedad
La influencia de Take Kubo va más allá de lo deportivo. Su presencia en el equipo no solo ha sido clave en el campo, sino que también ha servido para atraer a un número significativo de turistas japoneses a Donostia, situando a la ciudad y al club en el mapa para muchos en Japón.
Además, su titularidad en el partido contra el Cádiz, tras recuperarse de unas molestias que lo alejaron del encuentro ante el Granada, fue un motivo de júbilo tanto para los aficionados como para el equipo. La presencia de Kubo en el campo es sinónimo de un juego más dinámico y atractivo, lo que se traduce en un mayor interés por parte de la afición, no solo local sino internacional.
El japonés, un diamante en lo deportivo y comercial
Su impacto en la promoción de Donostia como destino turístico es innegable, convirtiéndose en una especie de embajador no oficial de la ciudad y el club. La invasión japonesa en cada partido en el Reale Arena es testimonio del efecto Kubo, tanto dentro como fuera del terreno de juego.
El compromiso de Kubo con el equipo y su influencia en atraer a una audiencia global refuerza el vínculo entre el deporte y el turismo, demostrando cómo un jugador puede ser clave no solo para los resultados del equipo sino también para el desarrollo económico local a través del turismo. Su retorno al juego después de superar las lesiones es una noticia celebrada por todos, anticipando más momentos destacados en el campo y un mayor flujo de visitantes japoneses a la ciudad.