La Pista de Pasapalabra volvió a brillar con un duelo musical inolvidable, marcando otro momento memorable en el programa.
Secun de la Rosa y María Hervás, dos actores con una química indiscutible en pantalla, se enfrentaron en busca de una canción de 1999 en Pasapalabra. Desde el inicio, el ambiente se cargó de expectativa y diversión, con Secun poniéndose las gafas “para ver mejor” y mostrándose serio con la intención de ganar segundos para su compañero Moisés.
La premisa era sencilla: ser el más rápido en reconocer la canción. Sin embargo, como es costumbre, la rapidez a menudo precede a la certeza, y ambos invitados pulsaron antes incluso de estar seguros de la canción. La estrategia, aunque arriesgada, es parte del encanto del juego: ser rápido ahora y preocuparse por el título después.
Secun es un un crack del humor
Secun fue el más ágil en esta ocasión, ganando la oportunidad de responder primero. Aunque María Hervás también conocía la respuesta, Secun tomó la delantera. No obstante, su intento por cantar la canción, sin dar una palabra concreta de la letra pero siguiendo el ritmo, fue tan divertido como inesperado.
Incluso incorporó el nombre de María en el estribillo, un giro cómico que desató las carcajadas entre los presentes y elevó el momento a un nuevo nivel de entretenimiento. Esta destreza no solo reflejó su rapidez mental, sino también la habilidad para entretener y mantener el espíritu alegre del programa.
En La Pista hay que demostrar destreza
Ante la exigencia de Roberto Leal, el presentador del programa, por una respuesta más precisa, Secun no decepcionó. Con confianza, pronunció las palabras mágicas: “Sex Bomb”. Esta afirmación no solo le aseguró la victoria y los valiosos segundos para Moisés, sino que también le valió llevarse el libro de Pasapalabra, un premio simbólico que reafirmó su éxito en el duelo.
Este enfrentamiento en La Pista no solo demostró la habilidad de los participantes para competir bajo presión, sino que también destacó el espíritu lúdico y la camaradería que prevalecen en el programa. La combinación de conocimiento musical, rapidez mental y, sobre todo, un gran sentido del humor, recordándonos por qué seguimos sintonizando Pasapalabra noche tras noche.
