La promesa argentina busca su lugar en el esquema táctico de Claudio Giráldez en el Celta
El mercado invernal trajo al Celta de Vigo una de sus apuestas más prometedoras: el argentino Tadeo Allende. Sin embargo, su adaptación al equipo se ha visto afectada por el cambio en la dirección técnica, pasando de tener una participación activa bajo las órdenes de Rafa Benítez a una ausencia total en los planes de Claudio Giráldez.
Allende, fichado por 4,5 millones de euros desde Godoy Cruz, se enfrenta al reto de encontrar su sitio en un equipo que ahora privilegia un estilo de juego diferente. Con Benítez, Allende disputó seis encuentros, dos de ellos como titular, y dejó su sello goleador en el Coliseum contra el Getafe. Su desempeño en la banda derecha dentro de un esquema 4-4-2 mostró destellos de su calidad y capacidad de adaptación.
Un esquema táctico que no encuentra a Allende
Claudio Giráldez ha implementado un sistema que favorece a los carrileros largos y a tres atacantes, dejando a Allende fuera de la ecuación en los recientes enfrentamientos contra Sevilla y Rayo Vallecano. La posición que Allende ocupaba con Benítez ahora está en manos de Iago Aspas, relegando al argentino a una competencia intensa por un lugar en la delantera.
Giráldez ha expresado su visión de Allende como un jugador con instinto goleador, más adecuado para jugar cerca de la portería y en la línea de ataque. Esta perspectiva plantea un desafío para Allende, quien debe demostrar su valía y versatilidad para adaptarse a las demandas de un rol más ofensivo y directo en el esquema del nuevo técnico.
La adaptación como clave para el éxito
El dilema para Tadeo Allende radica en cómo traducir su habilidad y potencial goleador en un esquema que no ha contemplado su participación hasta el momento. La competencia es feroz, y el argentino debe aprovechar cada oportunidad para impresionar a Giráldez y reclamar un lugar en el once inicial.
El tiempo de juego y la adaptación serán cruciales para que Allende demuestre que puede ser tan efectivo en la visión ofensiva de Giráldez como lo fue en el esquema previo. Su capacidad para jugar en cualquiera de las tres posiciones del ataque le otorga una ventaja potencial, siempre y cuando logre sintonizar con las exigencias tácticas y la filosofía de su nuevo entrenador.