Txingurri contesta directamente en rueda de prensa que no piensa soltar nada que ayude al Mallorca
Ernesto Valverde, al frente del Athletic Club, se muestra sereno y estratégico ante la presión de la inminente final de la Copa del Rey contra el RCD Mallorca. En la previa del partido, en el Estadio de La Cartuja de Sevilla, el ‘Txingurri’ desvía con destreza las etiquetas de favoritismo y las expectativas externas, enfocando su atención y la de su equipo únicamente en el desafío que tienen por delante.
La estrategia de Valverde: Protección y concentración
El técnico vasco, conocido por su experiencia y temple, opta por una táctica de protección hacia sus jugadores, evitando que la carga de las finales pasadas y la larga espera de 40 años por un título de Copa del Rey recaiga sobre sus hombros. Valverde entiende el peso de la historia, pero prefiere construir un escudo que permita a su equipo abordar la final con la mente clara y sin la presión añadida de las expectativas.
Rechazo al favoritismo
Valverde rechaza la noción de favoritismo en una final donde, a su juicio, los méritos previos quedan en segundo plano. Subraya la paridad habitual entre su equipo y el Mallorca en enfrentamientos directos, argumentando que tales designaciones externas poco aportan al desarrollo del juego. Para él, lo que realmente importa es el rendimiento en el campo, donde cada equipo tiene igual oportunidad de victoria.
Responsabilidad sin presión
El entrenador recalca la ilusión y la expectativa que rodean al equipo, no solo por parte de la afición, sino también por el compromiso inherente a la historia y valores del club. Sin embargo, enfatiza que llegar a la final ya es un logro en sí mismo, y aunque hay un deseo intrínseco de victoria, la presencia del equipo en esta instancia no debe verse como una carga, sino como una oportunidad.
La aproximación de Ernesto Valverde a la final de la Copa del Rey refleja su filosofía de liderazgo: enfocada en la protección de sus jugadores frente a la presión externa y la creación de un ambiente donde puedan rendir al máximo sin cargas adicionales. Valverde entiende que la verdadera batalla se librará en el campo de juego, donde las estrategias, la preparación y la pasión por el fútbol serán los verdaderos determinantes del éxito.