Tras 22 años vuelven a ser los campeones del continente americano. En ese período de tiempo perdía la final del año 2000 ante Boca y luego en el cambio de siglo, Brasil ganó su quinto Mundial, Rio de Janeiro organizó unos Juegos Panamericanos, un Mundial y una cita Olímpica.
Palmeiras volvió a ganar en un temporada atípica, con una pandemia por el medio, sin público, en un año de mucho sufrimiento para el mundo, para Brasil, y para ellos. El Verdao volvió a ganar a pesar de los 21 casos por covid que padecieron en noviembre. Ganó después de aguantar al huracán River en la vuelta de las semifinales.
Esta vez volvieron a coronarse campeones de América en el Maracaná frente a otro equipo Paulista, el Santos, con quien comparte el Clasico da Saudade, término cuya traducción se asemeja a nostalgia. La ‘Nostalgia’ de los años 60 cuando el Peixe de Pele, O Rei y el Verdao de Ademir da Guia, O Divino, dominaron el brasileirao. Santos y Palmeiras comparten mucha historia y a partir de hoy suman una Final de Copa Libertadores.
Foto: Twitter oficial de la Copa @Libertadores.
El partido en sí fue tétrico, calamitoso y eso que desde el protocolo el Peixe estuvo condenado. Marinho ese extremo electrico, gambeteador incumplió con esa mítica regla que dice que la Copa no se toca hasta haberla ganado.
Los dos equipos salieron con sendos 4-1-4 al campo pero con intenciones bien distintas. Los de Cuca buscaban dominar a través de la pelota, circularla, proyectar a sus laterales, combinar por dentro para llegar por afuera y luego aprovechar esas ventajas. En tanto los dirigidos por Abel Ferreira siguieron fieles a su plan reactivo, de robo y transición con Luiz Adriano como punto referencial para jugar como apoyo para los que venían de cara. Sin embargo, terminó siendo un partido áspero, de poca continuidad, de faltas reiteradas y de mucho duelo individual.
Santos defendía hombre por hombre y cortaba el juego con faltas constantes cuando perdía las marcas. El Verdao tampoco concedía espacios interiores y obligaba a su rival a ser muy dinámico y atrevido para romperlo. La primera mitad terminó sin un remate entre los tres palos, elegir en ese momento el mejor jugador de la final era imposible.
El segundo tiempo tuvo momentos de amagos interesantes, Palmeiras con una falta directa de Raphael Veiga rozaba el larguero de John Victor y luego una jugada de Gabriel Menino por derecha estuvo a punto de conectar con Rony. Se respiraba en el último tercio del partido un aroma diferente, Santos ya jugaba con más soltura dentro de lo podía, Soteldo aparecía, frenaba, aceleraba, proponía paredes y el Peixe crecía a partir del venezolano.
En el 75 un zurdazo lejano de Diego Pituka a Wewerton, obligaba al aquero a hacer una parada de voleibol, el rechace lo recogía en la frontal del área Felipe Jonatan y su remate que se iría desviado por poco. Luego cerca del final era Kaio Jorge quien aprovechaba un balón suelto en el área del Verdao y tiraba una chilena que terminó en las manos del arquero rival y respiraba Palmeiras.
Foto: Twitter oficial de la Copa @Libertadores.
Y así, con poco futbol, pocas alegrías, muchos bostezos y varias tasas de café el partido iba camino a la prórroga inevitablemente. No obstante, el principal daba ocho minutos de alargue, en el momento que salió el cartelón con el número, parecían más una condena que un regalo. Sin embargo, fue lo que terminaron siendo, antes de llegar al desenlace final de esta historia Cuca, el dt de Santos, era expulsado provocando una tangana entre los dos equipos, el condimento que ponía un final intenso y esta vez después de la tempestad no llegó la calma.
Cuando se calmaron las pulsaciones, el balón le llegaba a Gustavo Gómez quien puso un balón milimétrico al segundo donde Breno Lopes remataba el cabezazo de su vida, lo estaba anotando además, entrando de suplente. La tángana en el descuento de ambos equipos hizo que el añadido llegara a 15 minutos. Palmeiras casi con la victoria en el bolsillo ingresó en el 90+12 a Felipe Melo, capitán y leyenda del club y pudiera celebrar el triunfo en la cancha.
De esta manera Palmeiras consiguió su segundo título continental después del cosechado en 1999 en su quinta final. Mientras Abel Ferreira su técnico se convirtió en el tercer entrenador europeo y segundo portugués en ganar la Copa Libertadores. Lo curioso es que ambos lusos lo lograron en años consecutivos, Jorge Jesus con Flamengo en 2019 y Ferreira en esta versión del 2020. Sin duda un tremendo trabajo el suyo, que en poco tiempo recondujo un barco que con Vanderlei Luxemburgo iba a la deriva.
Tomada del Twitter oficial de la Copa @Libertadores.
Todavía le quedan batallas al Verdao con la final de la Copa do Brasil, el tramo final del torneo Brasileirao -andan quintos a 10 puntos del líder Inter- y el Mundialito de Clubes. En la cita mundial pudieran convertirse por primera vez en titulares mundiales y quitarse el ‘San Benito’ de ser el único gran club de Sao Paulo, que no lo ha logrado y borrar de una vez la mofa: Palmeiras nao tem mundial.