El efecto dominó puede sacudir y mucho al conjunto vasco
El mercado de porteros puede agitarse y mucho este verano. El Valencia CF es uno de los equipos que buscará nuevo cancerbero tras la floja primera temporada de Cillessen y tras descartar por el momento el regreso de Neto una de las opciones que aparecen es solicitar la cesión de Kepa al Chelsea. Una operación que puede acabar siendo muy negativa para el Athletic.
Porque con Kepa fuera el club londinense va a tener espacio para incorporar a un guardameta de talla mundial este verano. De esta forma, el Chelsea lleva varios meses forzando para que Ter Stegen no renueve su contrato con el FC Barcelona y que decida probar suerte en la Premier League. Stamford Bridge le espera.
No es una operación sencilla de llevar a cabo, pero en caso de producirse el FC Barcelona tiene claro que uno de los porteros sobre los que echará sus redes para cubrir la salida del alemán es Unai Simón. El joven guardameta ha sido una de las revelaciones de esta temporada en la Liga y con una cláusula de rescisión de 50 millones de euros puede convertirse en uno de los chollos del mercado.
Unai Núñez el otro protagonista
La cláusula de rescisión de Unai Núñez es muy asequible, de 30 millones de euros, y eso lo convierte en una de las grandes ganas de un mercado que va a cambiar por completo tras todo el tema del coronavirus. Por eso el conjunto vasco quiere evitar a toda costa que su central sea el elegido por el FC Barcelona para ocupar el puesto que seguramente deje en el equipo Umtiti.
Tanto es así que el Athletic se va a ver en la obligación de realizar un esfuerzo económico muy importante por un jugador que como decimos no es más que uno más en la rotación de Garitano. En ningún caso es pieza básica para su entrenador, pero aun así el club está preparando una oferta que le suba mucho en la escala salarial del equipo.
En este sentido el aumento salarial que prepara el Athletic para Unai Núñez va a ir completamente ligado a un ascenso en su cláusula de salida. El objetivos es cifrarla en una cantidad cercana a los 80 millones de euros, lo que aleje definitivamente a equipos como el FC Barcelona de lanzar sus redes sobre él.