El entrenador del Athletic castiga las salidas nocturnas del delantero
La trompeta de Villalibre tampoco parece sonar demasiado con un Ernesto Valverde que se ha ganado a pulso la posibilidad de hacer lo que quiera. El entrenador del Athletic, en su segunda etapa, ha engrasado la maquinaria ofensiva de un equipo que ha sumado 7 de 9 en este arranque liguero.
El partido en el Nuevo Mirandilla fue una exhibición coral de principio a fin. Con un Iker Muniain que hacía muchísimo daño por dentro, recibiendo entre líneas, asociándose con Sancet y filtrando balones a los extremos. Berenguer y Nico percutían una y otra vez y Lekue y De Marcos también llegaban con peligro.
Valverde impone su estilo
Las estadísticas están ahí. Solo Betis y Real Madrid han sumado más que el Athletic. Pero es que, además, el equipo de Valverde lidera la estadística de pases completados en campo contrario. Un dato que deja clara la estrategia y el estilo que ha impuesto Valverde en el Athletic.
Y es que ya no solo podemos hablar de buen juego del Athletic. Porque incluso, lo que parecía la asignatura pendiente, el gol, en Cádiz pasó del notable. Se ganó 0-4, se falló un penalti y se anuló otro por un fuera de juego más que discutible. Es decir, pudieron ser media docena.
La trompeta de Villalibre acusa las fiestas
Pero si alguien debe estar preocupado, ese es Asier Villalibre. Porque Valverde se decantó antes por un Guruzeta al que muchos colocaban en la rampa de salida. Pero el delantero saltó al campo por la lesión de Iñaki Williams. Y anotó dos goles de rematador puro. De hombre de área.
Parece que la trompeta de Villalibre pagó caras las consecuencias de estar hasta altas horas tocando en las fiestas de Bilbao. Y detalles como estos pueden marcar la temporada. Ahora, con el doblete, Guruzeta ha puesto las cartas encima de la mesa. Está por encima de Villalibre y su trompeta.