Los colchoneros ven en el neerlandés un gran jugador para seguir fortaleciendo su sistema ofensivo
Atlético de Madrid fue uno de los primeros clubes en decantarse por la gran posibilidad que deja el nombre de Memphis Depay en el entorno futbolístico internacional. El neerlandés ha decidido abiertamente poner fin a su etapa como culé, de acuerdo a la incidencia de su juego en el desempeño del equipo.
La llegada de Pierre Emerick Aubameyang le ha quitado todo peso en el andar de la plantilla, al punto que ya ni siquiera juega y eso para alguien de su estatus es un tema incidente. De manera que se ha puesto al orden de ubicar un nuevo destino, centralizando ya tres opciones, dos aparte de la expuesta por el equipo que orienta Diego Simeone.
Memphis Depay tiene que elegir en el menor tiempo posible el sitio al cuál ir a partir de verano
Por fortuna para él, el hecho de tener varias alternativas le permite tener toda la capacidad de elección basando siempre todo en la expectativa personal y profesional. El primero en aparecer ha sido el Nápoli, equipo que va a sufrir la partida de Insigne a la MLS. Todos los medios apuntan a él como sustituto, e interesa bastante por el bagaje internacional que suelen tener los del sur de Italia.
Aunque tiene claro que la primera temporada resulta ser compleja por temas adaptativos, entiende que Nápoles es un club grande, con historia y que siempre pelea en grande. Jugar al lado de Oshimen y de Mertens podría favorecer la puesta a punto, y desde luego que la oferta económica satisface sus necesidades.
La Premier League contiene la segunda opción
Momento de analizar la segunda alternativa, se trata del Tottenham. Los spurs a diferencia del Nápoles no tienen capacidad para ofrecer la estancia en la máxima competencia de clubes en Europa. Hecho que para alguien del prestigio de Memphis es bastante condicionante, teniendo en cuenta que con 28 años aún tiene mucho por ofrecer.
De cualquier manera llama la atención ver cómo ha cambiado todo en tan poco tiempo. Memphis ha pasado de expectativa a la frustración en menos de un año, y pese a que sus registros no son malos ya piensa en su salida. Díez goles y dos asistencias en 20 partidos, su registro tan solo en una temporada bajo el mandato culé.