Encaja mejor en el estilo de juego de Simeone
El Atlético de Madrid sigue obcecado con cerrar el fichaje de James Rodríguez este verano cueste lo que cueste. El colombiano del Real Madrid es la auténtica prioridad de Simeone de cara al mercado invernal de este año a pesar de ser un jugador que no termina de encajar en el estilo de juego que el Cholo impone en su equipo.
De hecho, a día de hoy se le ve poco encaje a James Rodríguez en el 4-4-2 implantado por el argentino. Para jugar en uno de los dos costados no tiene ese sacrificio defensivo que por ejemplo sí tienen Saúl o Koke, mientras que para actuar por detrás del punto Simeone cuenta con otras alternativas mucho más validas como son Joao Felix y Ángel Correa.
De ahí que un fichaje que puede encajar mucho mejor en los planes de Simeone sea el de Willian, que además podría aterrizar en el Atlético de Madrid como agente libre tras finalizar su contrato con el Chelsea. Es de extrañar que el conjunto rojiblanco no haya echado sus redes ya sobre el extremo brasileño cuando el verano pasado sí fue uno de los refuerzos que pidió el Cholo.
Objetivo, retener a Saúl
Un fuerte e impactante manto de duda está recorriendo en este instante a los encargados de gestionar la plantilla del Atlético de Madrid por dos casos en concreto. Uno de ellos tiene que ver con el futuro de Saúl Ñíguez, que tras el campañón que venía realizando se ha puesto en la lista de objetivos de un gigante de la Premier League, el Manchester United.
El enorme club inglés tiene mucho de dónde agarrarse, y por eso ha decidido emplear una estrategia bastante confusa para los intereses colchoneros. Debido al fuerte impacto que implica sacarlo del Wanda Metropolitano, ellos pretenden rebajar los 150 kilos de su cláusula a 80 con un as bajo la manga.
Y ese no es otro que convencerle primero al jugador en base a un aumento importante de sus ingresos anuales. La propuesta es hacer que gane la friolera de 230.000 euros semanales, 97.000 más al final del mes de lo que en la actualidad devenga en el Atlético. Por ello en la capital se piensa en mejorar sus ingresos por intermedio de un acuerdo contractual, y así evitar que de afuera le quieran tentar.