El futbolista argentino del Atlético de Madrid sale muy perjudicado del percance con el inglés del Real Madrid
Los sentimientos en un derbi van siempre a flor de piel y no digamos ya si se trata de un Atlético de Madrid – Real Madrid. Los de Simeone tenían ganado el partido cuando en los últimos minutos Jude Bellingham realizó una entrada desproporcionada a Ángel Correa. El inglés pagaba así la frustración en un partido horrible del conjunto blanco.
El Metropolitano disfrutaba en ese momento de una sucesión de pases entre los jugadores rojiblancos. Una secuencia de unos 30 segundos que acompaña el público con el clásico “olé”. Hasta que el balón llegó a Correa y Bellingham realizó una entrada totalmente fuera de contexto.
La entrada de Bellingham a Correa empaña el derbi
El inglés en ningún caso tenía opciones de disputar la pelota. Es evidente que se debió, únicamente, a la frustración. El colegiado del partido, Arberola Rojas, solventó el incidente únicamente con una tarjeta amarilla. La tangana que se montó alrededor fue tremenda, pero no pasó a mayores.
Simeone fue muy claro en sus gestos cuando vio que para el colegiado era una entrada de amarilla. Y tampoco quiso hacer más sangre después en zona mixta porque, al fin y al cabo, el Atlético de Madrid le había metido 3 goles como tres soles al eterno rival. Era una noche para celebrar y estar felices.
Consecuencias dramáticas para el Atlético
Sin embargo, dos días después no se puede ver de la misma forma. Las pruebas realizadas a Ángel Correa han detectado una lesión derivada de la entrada de Bellingham. Un esguince de grado I del ligamento colateral medial de la rodilla. El argentino será baja segura para los 2 choques de esta semana, ante Osasuna y Cádiz. Y está en duda la Champions de la próxima semana.
El cabreo en el seno del Atlético de Madrid es mayúsculo, porque se trata de una acción muy evitable por parte del inglés. El partido estaba completamente solucionado y no iba a cambiar nada esa jugada. La entrada de Bellingham, totalmente desproporcionada, dejará a Correa sin jugar unos cuantos días. Mientras el inglés sí jugará con el Real Madrid.