La semifinal entre el Atlético de Madrid y Athletic estuvo marcada por la intensidad, la cual traspasó los límites con un intento de agresión de Simeone tras el pitido final en una tangana provocada por Rodrigo De Paul
El partido entre Atlético de Madrid y Athletic fue, como se esperaba, un choque de trenes. Dos de los mejores equipos de la temporada se medían en la ida de las semifinales de la Copa del Rey y cualquier mínimo detalle podía marcar la diferencia. Así acabó sucediendo en un choque marcado por la intensidad. Una intensidad que se traspasó cuando Simeone intentó una agresión tras el pitido final, cuando se originó una tangana provocada por Rodrigo De Paul, quien se encaró con Yuri Berchiche.
El técnico argentino, exaltado por todas las emociones de un partido que tuvo jugadas polémicas hasta el final, perdió los estribos cuando el colegiado decretó el final del encuentro. Tanto es así que pudios ver claramente en las imágenes como Simeone trataba de agredir a jugadores del Athletic, mostrando su frustración tras la derrota.
Simeone no huyó como de costumbre tras el pitido final y provocó una tangana
Durante los últimos meses ha sido habitual ver a Simeone correr hacia el túnel de vestuarios con las victorias de su equipo. Ni siquiera se despedía de los entrenadores rivales. Pero ayer, tras romper una racha de imbatibilidad de 28 partidos, el entrenador rojiblanco no se lo tomó bien y saltó a una tangana que provocó su alter ego en el campo.
Rodrigo de Paul, quien refleja lo que es Simeone sobre el terreno de juego, provocó a Yuri Berchiche tras el pitido final. El lateral del Athletic no se amilanó, pero inteligentemente decidió rehuir el conflicto para evitar males mayores para su equipo de cara a la vuelta. Algo que choca frontalmente con la imagen del Cholo y De Paul, quienes mostraron su peor versión ante su propia afición.
Simeone, enloquecido a por los jugadores del Athletic
Instantes después de que Hernández Hernández decretara el final del encuentro, Simeone perdió los papeles. Ya durante los minutos previos se le vio muy inquieto en el banquillo, haciendo presagiar lo que estaba por venir. Finalmente el peor de los presagios se cumplió, pues Simeone irrumpió en el terreno de juego como un energúmeno con intenciones de agredir a los jugadores del Athletic.
Durante la tangana que se celebró al final del encuentro, Simeone mostró su frustración con los componentes del Athletic. Ambos se encararon tras el pitido final, siendo el entrenador rojiblanco el que fue al encuentro del conflicto. Finalmente, jugadores y personal de los diferentes cuerpos técnicos consiguieron calmar los ánimos del entrenador, que no reaccionó de la mejor forma posible a la derrota de los suyos.