Está solo en una situación insostenible que tiene que acabar con su salida
La crisis en la Federación Española de Fútbol se profundiza tras la dimisión de parte del equipo técnico de la selección femenina. Esta decisión llega en un momento de tensiones elevadas, agravadas por el comportamiento del presidente de la Federación, Luis Rubiales.
Un Beso No Consentido Desencadena el Caos
La celebración de la victoria en el Mundial se vio ensombrecida por el beso no consentido de Rubiales a la delantera Jenni Hermoso. Esta acción ha llevado a una serie de eventos que han sacudido los cimientos de la Federación y del fútbol femenino español.
El Equipo Técnico Dimite
El seleccionador, Jorge Vilda, se encuentra en una situación complicada. Tras la oferta de renovación de su contrato por parte de Rubiales, ahora se ve solo al mando de un equipo que, por el momento, no cuenta con sus jugadoras. La plantilla femenina ha sido clara: no competirán hasta que se produzcan cambios en la directiva.
El comunicado publicado en Twitter por Montsé Tomé, exfutbolista internacional y Asistente Técnico, refleja el sentir del equipo técnico. En él, condenan la conducta de Rubiales y muestran su apoyo incondicional a Hermoso.
Tensiones Previas al Mundial
El conflicto no es nuevo. Ya antes del Mundial, 15 jugadoras habían anunciado su decisión de no participar a menos que hubiera cambios en la dirección. Esta decisión reveló las tensiones existentes entre las jugadoras y Vilda. Las demandas de las jugadoras, como la incorporación de un nutricionista o medidas de conciliación familiar, chocaron con las declaraciones de Vilda, quien las acusó de pedir su destitución.
El Regreso Efímero de las Estrellas
La victoria en el Mundial parecía haber calmado las aguas. Jugadoras como Alexia Putellas, Aitana Bonmatí e Irene Paredes regresaron al equipo. Sin embargo, el comportamiento de Rubiales durante las celebraciones y su posterior negativa a dimitir han reavivado las llamas del conflicto.
El Futuro Incierto de la Selección
El fútbol femenino español se encuentra en una encrucijada. La renuncia de las jugadoras a competir hasta que se produzca un cambio en la Federación pone en jaque el futuro del deporte en el país. La pelota está ahora en el tejado de la Federación, que debe tomar decisiones cruciales para recuperar la confianza y el respeto perdidos.
En resumen, el fútbol femenino español vive momentos de incertidumbre. Las acciones de Rubiales han desencadenado una crisis que amenaza con eclipsar el histórico logro de la selección en el Mundial. Es esencial que la Federación actúe con rapidez y determinación para resolver esta situación y devolver la estabilidad al deporte.