Cuando el Villarreal fichó a Samu Castillejo por solo 7 millones aprovechando las necesidades del Málaga sabía que estaba cerrando una operación redonda y que sería un bombazo en el futuro. El malagueño no ha conseguido ser un fijo en el once y tiran más de él como revulsivo por su desborde y velocidad pero la confianza en él es plena a pesar de lo joven que es.
Dos años más tarde, el delantero ha seguido creciendo y demostrando que será un referente para el fútbol español en el futuro. Ahora son varios los clubes que le han echado el ojo y estarían dispuestos a abonar el triple de los que costó en su momento. El mejor posicionado en el Nápoles que pondría sobre la mesa nada y nada menos que 22 millones. La idea no es la venta pero es difícil rechazar una oferta así de jugosa. De todos modos la escasez de jugadores en las bandas hará que se lo piensen varias veces y además son conscientes de que en caso de necesidad podrán venderlo en un futuro también por una cantidad mayor.