Se complica el panorama para el extremo francés que se ha tropezado con el mandamás del club que le forza a tomar decisiones
El FC Barcelona sigue siendo un completo caos respecto a la toma de decisiones que ha dejado este aluvión de malos resultados y el control interno en lo deportivo además de lo administrativo de los últimos meses. Bajo esa lupa, una de sus principales fichas lacradas ha sido el extremo francés Ousmane Dembélé, que vista la última convocatoria se ha quedado por fuera.
Se ha recuperado de su lesión y físicamente está óptimo para entrar en rotación. El gran problema que le sacude es que no ha extendido su contrato, y se ha quedado ad portas de hacerlo, lo que ha sido un mensaje muy contundente para Laporta que ha dado la orden de dejarle por fuera de toda actividad. Eso hasta que no defina su actualidad le impide jugar, y estaba advertido de ello.
Nada que hacer en la mente de Laporta, Dembélé debe definir su situación en el FC Barcelona si quiere jugar de acá a final de temporada
Las amenazas han sido tales que de una u otra manera el jugador ha llevado a que las restricciones se tomen de esa manera. Técnicamente ha dicho que no va a negociar su renovación hasta que no le igualen ofertas que está recibiendo de afuera, lo que condiciona su salida y le envía un mensaje muy claro a sus jefes de rebelión absoluta.
Así que esta vez no se han quedado con esa espina, y dejan sentenciado este hecho con una voz de protesta alta. O define bajo las condiciones que le ofrecen, o se queda fuera de toda actividad. Esto forzaría la toma de decisiones, pues en caso de seguir parado en la negativa, el club tendría este mercado invernal para negociar con otra entidad el paso del ex del Borussia Dortmund.
Laporta deja atrás su postura amigable para intentar sacar al equipo de esta incómoda situación
El mensaje a Koeman ha sido el mismo para todos de ahí para abajo, se debe llegar a un punto de equilibrio y eso incluye a estos jugadores. Ellos deben ser los primeros en poner el pecho a la situación y definir temas contractuales es para él el paso inicial. Por ahora se pierde el primero de los cuatro retos que tiene este cuerpo técnico, que sabe que de no encontrar los resultados se va.
Para el entrenador la amenaza ha sido similar, y se viene cocinando un remplazo de nivel. El noveno lugar en la clasificación de LaLiga y el tercero en la Champions es un mensaje contundente que debe ser administrado con respuestas inmediatas. Vaya momento viven los culés que no solo han tenido que soportar la derrota en el Clásico, han tenido que soportar a una afición enardecida.