La idea es mantener una gran solidez económica para enfrentar el futuro
Con lo que ha significado la pandemia del coronavirus y sus efectos, a algunos clubs de fútbol les ha tocado bailar con la más fea si se tiene en cuenta el punto de vista económico. Pasa en el menor nivel, y se siente en el más alto, el FC Barcelona es el fiel reflejo de ello según ha dejado ver insistentemente su presidente, Josep María Bartomeu.
Las obligaciones los ha llevado a tomar una serie de decisiones complejas, en donde destaca un sistema de cosas bastante llamativas. Una de ellas la venta de jugadores como solución a la fuerte disyuntiva del plan de mitigación financiero, que como cifra ha arrojado una recaudación de 124 millones de euros.
Los señalados
Con la mitad de la tarea ya hecha, al Barça aún le resta por salir de 4 activos como medida a la recaudación de 70 kilos. En ese orden de ideas, la junta directiva por consejo del cuerpo técnico ha emitido la nefasta lista, donde destacan algunos canteranos y jugadores de baja trascendencia en el plan del club a futuro.
Ellos son: Carles Aleñá, Jean-Clair Todibo, Rafinha Alcántara y Moussa Wagué. Todos son jugadores que al parecer no tienen complicado su paso de un sitio a otro, y que además de eso podrían suponer algunas direcciones en favor de lo que se considera conveniente para los planes del club en todas sus dimensiones.
Aleñá con ofertas de todas partes
De esos 4 el que más novias despierta es sin duda el mediocampista de doble función, Carles Aleñá. Actualmente cedido al Real Betis ha podido encajar perfectamente en la idea de juego que mantiene Rubi. Su estilo, su manejo de pelota, esa visual certera y la capacidad para apoyar el ataque lo convierten en uno de los deseos más amplios de España y algunas ligas de alto impacto.
La Premier y la Serie A son alternativas que han aparecido. Algunos de sus clubes ya han enviado ofertas interesantes desde lo económico, y hasta han dejado caer una que otra opción con jugadores cruzados. Está en potestad de la junta directiva tomar medidas, que hasta ahora se dejan caer por lo simple, cifras que van desde los 20 hasta los 25 kilos por su juego.