La razón de ser de semejante prenda, sin embargo, dista mucho de corresponderse con ninguna cuestión estética. Todo lo contrario, se trata de un 'gadget' de última generación: un pequeño aparato de tan solo 66 gramos de peso, incrustado en un top elástico, que desde hace varias temporadas se ha convertido en un artilugio imprescindible para los principales clubes del mundo en sus pretemporadas. Se trata de la unidad de alto rendimiento SPI, denominada HPU, el último dispositivo de GPSports, la empresa australiana creada por el exatleta y científico Adrian Faccioni, y que desde finales del año 2000 viene investigando y desarrollando la aplicación de la tecnología GPS al deporte de alto rendimiento.
Una herramienta de optimización
En 2002, fruto de su asociación con el ingeniero informático David Cameron, GPSports lanzó al mercado su primer dispositivo. Con él, y a través de la tecnología GPS, se permitía a preparadores físicos y servicios médicos de un club recopilar y analizar las variables producidas en cada entrenamiento o partido de pretemporada.
“Empieza a ser cada vez más común, observar que algunos equipos, que disponen de dispositivos de GPS, utilizan sus unidades durante amistosos, para cuantificar no sólo la carga interna, que no es demasiado diferente entre los jugadores o por puestos específicos, sino que también la externa (distancia total recorrida, distancia recorrida a diferentes intensidades, número de sprints o aceleraciones, entre otras variables), e incluso la carga mecánica (impactos y Bodyload) registrada mediante un acelerómetro triaxial. Estos datos nos permiten saber con precisión el trabajo físico y el tipo de esfuerzos realizados por cada jugador. Además de proporcionar datos muy diferentes por puestos específicos y dependiendo de cada jugador”, sostiene el responsable de GPSport en España, José Carlos Barbero, en declaraciones a Diario Gol.
Distancia recorrida, velocidad máxima, aceleración y desaceleración, impactos, pulsaciones... Una infinidad de parámetros, ya sean grupales o individuales, y que pueden resultar de enorme interés a la hora, por ejemplo, de prevenir lesiones, administrar cargas de trabajo o calcular el desgaste energético de cada jugador con vistas a mejorar el trabajo personalizado para optimizar el rendimiento. Todo con el objetivo de desarrollar nuevas rutinas de entrenamiento que permitan la monitorización de la carga y el trabajo físico y la optimización de los ejercicios. Los datos recogidos en cada dispositivo se transmiten a una docking station (replicador de puertos) y el PC, que permite su posterior análisis a través de un software.
Tecnología al servicio de todos
Después de una década de investigación y desarrollo de dispositivos como el SPI10, o el SPI ProX, el novedoso SPI HPU no solo forma parte de la rutina de entrenamientos de Ibrahimovic y su PSG. Sino también de equipos como Real Madrid, Barça, Chelsea, Valencia y Atlético, entre otros.
De hecho, y después de que este mismo verano, Chelsea y Barça se hiciesen con 40 y 44 unidades del SPI HPU, el equipo rojiblanco se ha convertido en uno de los últimos clientes de esta firma, después de un selectivo proceso de comparación entre pulsómetros y otros dispositivos similares.
Por su parte, con la llegada de Carlo Ancelotti, el Real Madrid ha vuelto a utilizar los dispositivos de GPSports, después de un parón temporal que coincidió con la estancia de José Mourinho en el club de Concha Espina. “Cuando estaba Manuel Pellegrini, el Real Madrid ya se hizo con nuestros dispositivos. Sin embargo, cuando llegó Mourinho él lo tenía todo planificado tal y como lo hacía en el Chelsea. Trató de aplicarlo aquí y en mi opinión, se equivocó”, añade Barbero. Milan, Liverpool, Juventus, Manchester United, Ajax, Werder Bremen y Porto figuran en una lista de clientes en la que también aparecen equipos más modestos como el Recreativo, Las Palmas o Almería; y en la que también se encuentran equipos de rugby, fútbol australiano, universidades y academias como la catarí Aspire.