Cada rumor o fichaje caído le ponen en la escala más alta de las decepciones en el club
Eric Abidal se ha destacado toda su vida por ser un hombre del fútbol, un hombre certero y directo al que no le pesa tomar decisiones. Pero en esta nueva faceta las cosas no parecen salirle de la mejor forma, como secretario técnico del FC Barcelona ha acumulado más frustraciones que éxitos, y eso de por sí es ya todo un elemento de juicio que se levanta en su contra. Ejemplos muchos, Neymar, De Ligt, Rodrigo, y otros más.
Quizás lo más reciente sale a flote, pero hay que resaltar que todo en general se puede calificar como malo, o mediocre, habrá que juzgarlo. Abidal, el encargado de llevar adelante las gestiones de los fichajes culés, ha fallado en cada una de sus intensiones de contratación. Lo último, lo de Rodrigo Moreno, un tema que estaba prácticamente cerrado al que no le pudo dar moldura.
Era la primera opción para suplir a Luis Suárez, y de ese modo avanzar por la conquista de los objetivos. Abidal dejó filtrar los avances, y cuando estaban reunidos en Barcelona, las cosas se han caído. Esto se suma a Lautaro Martínez, Neymar, y otros casos mucho más mediáticos. Una locura que ha contagiado de mala forma a la afición.
Por fijarse en Neymar han dejado escapar opciones interesantes
Como se viene diciendo, por ahí aparece Neymar, y es que razones hay de sobra. Durante todo el verano se habló de la posibilidad, pero jamás pudo hallar los medios, nunca le vio efectividad a la operación y el PSG terminó por cerrar las puertas en la cara del FC Barcelona. Por irse de lleno a ello perdieron a De Ligt, que sin temor fichó por la Juventus que le ha hecho una mejor propuesta.
Pasó igual con Carlos Vela, que se moría por vestirse de blaugrana y no ha terminado por darse. Así mismo Ferland Mendy y con Luka Jovic, ambos raptados por el rival de siempre, el Real Madrid. Por el primero pusieron los 50 kilos, y por el segundo los 60 que pedían, en ningún caso el cuadro catalán llegó a las cifras, y ha tenido qué ver como se los rapan de las manos.
Con Griezmann se podría decir que ha tenido su mayor éxito, pero nada de eso es real. Lo ha conseguido gracias a un segundo intento, en el primero no pudo ser y el delantero ha terminado filmando un documental que lo ha mantenido un año en el Wanda. Llega como solución en el ataque, pero más por presión del jugador mismo que por el trabajo de su grupo. Abidal hace méritos, pero no para seguir, sino para dar un paso al costado. El tiempo lo dirá.