Unas condiciones estipuladas a raíz de las nuevas órdenes por parte de las entidades que organizan al fútbol son las causantes en este tema
El Inter de Milán sigue dejando caer las intensiones que tiene en relación a una de sus estrellas, el delantero argentino Lautaro Martínez. Para los italianos es prudente dejar servido el camino en relación a sus posibilidades, mucho más teniendo en cuenta la presión que ejerce el FC Barcelona y las tentativas económicas que rodean su fichaje.
Las nuevas órdenes de la Federación, la UEFA y la FIFA han sido claras, rebajar los valores elevados para hacer de la crísis, una instancia accesible dentro de la que los clubes puedan seguir con su orden de fichajes. Lautaro, tazado en unos 111 millones de euros podría salir por algo menos, eso sí, sacrificando a dos jugadores que hasta acá son determinantes en la estructura de Quique Setién.
Desde Italia llega la información que reduce ese valor, si se incluye a Arturo Vidal a título definitivo, además si se pone en forma de cedido a Antoine Griezmann. Un pedido muy agresivo y del que tienen esperanzas sembradas, aún sin conocer la respuesta de los culés, que están abiertos a las exigencias como ya lo habrían dejado caer.
Griezmann es un valor muy alto de exigencia
Los 90 kilos ya suponen un alivio, aunque no dejan de ser un pedido alto, pero incluir a Arturo además de Griezmann ya roza con lo absurdo según se dejan caer algunas versiones oficiales. Los italianos no están para entrar en discusiones, entienden de la calidad de su jugador, y si le quieren deberán realizar esfuerzos.
Por ahora no hay oficializaciones y todo parece ir de la mano con un manto especulativo. Sin embargo, existe un medio bastante influyente que da por el hecho el trato, llegando a maniobrar con el punto directo como una variante a la que las partes le intentan dar soltura en lo que respecta a las cifras y las condiciones bilaterales.
Esto desde luego es tan solo una de las tantas opciones que se vienen manejando, pues a tenor de la reanudación de las actividades, el camino parece ser un tanto largo. Bartomeu tiene la última palabra, ya conoce las peticiones y tendrá que organizar ideas con su equipo de trabajo. Ya veremos qué sale de todo esto.