Inesperadamente la visión directiva y deportiva ha cambiado, todo en relación a la condición financiera del club
Si existe un momento complejo para el Barça es precisamente este. Ni los fichajes están a la orden del día, ni mucho menos las acciones derivadas lo respaldan. Financieramente hay déficit muy alto, y por tanto las especulaciones no paran de ser eso justamente. Nuevos movimientos se asoman, y Setién tiene gran parte de protagonismo en ello.
Los acercamientos en los casos de Lautaro Martínez y de Neymar se han frenado, nada respalda que hoy en día vayan a ser acercados al club y que de una u otra manera vayan a ser oficializados en algún momento. Por eso, el director técnico ha enviado una solicitud considerando a aquellos activos que hoy prestan sus servicios fuera del equipo, que pertenezcan al club y que tengan su situación por resolver.
El primero en asomar la cara fue Pedri González del que todavía se ajustan medidas
Para esos temas el Barça por fortuna tiene mucho de dónde mirar y pegarse. Posee jugadores que están rindiendo, y a diferencia de lo que pasa con otros, el material es de calidad. Uno de ellos y el que más atención roba ahora mismo es Pedri González, que en la UD Las Palmas está maravillando por su talento y habilidad.
El tema es que no se ha decidido qué hacer con él, y solo la pre temporada marcará un camino. Si el filial asciende a la segunda categoría no estaría mal dejarle con ficha de allí, de paso podría foguearse con los mayores e ir por la senda de la evolución. Pero también tiene ofertas de LaLiga, y es ahí donde la incertidumbre de apodera de las decisiones.
Trincao, un arribo poderoso para fortificar el ataque catalán
Pero el caso más llamativo del momento es el de Francisco Trincao. El portugués viene jugando a un nivel excepcional en su país, y en el Sporting de Lisboa tras firma su vínculo en enero de este año ha pasado de ser suplente a titular inamovible. Viene impulsado por el momento y por el nivel que ha venido demostrando.
Criticado por los 30 kilos que han desembolsado en su lugar, a Trincao le ven como la solución a los problemas habituales. Si no llegan los grandes referentes él tiene cómo suplirles. Sus escasos 20 años no son un racero para medirlo, y mucho menos para tirar por bajo su valía como profesional. Setién ha levantado su pulgar, y la directiva ve conveniente empezar a sacar oro de sus decisiones. Lo veremos.
