La directiva está en un punto delicado entre perder la credibilidad de sus jugadores y acabar con la poca reserva positiva de la opinión pública
FC Barcelona está cada día más hundido en su propia crisis. A los flojos resultados y malas presentaciones desde el juego, se le suma el hecho que ha escandalizado esta semana al seno culé. La contratación de un sistema fuerte de reacciones y eventos a través de redes sociales, han dejado a su presidente Josep María Bartomeu en serios mantos de duda.
Para ello ha convocado una reunión urgente, la cual tiene como premisa el hecho de aclarar los eventos expuestos por un medio de fuerte nombre y peso en España. Dicha reunión ha sido avalada por el dirigente, y será llevada a cabo en las siguientes horas. Todo este boom ha tenido efectos como era de esperarse, y las reacciones han sido de muy mal aspecto.
Messi y Pique, que de hecho han estado salpicados, han sido los más renuentes dentro de la plantilla, y se suman a los ya atacados: Laporta, Víctor Font y Jaume Roures. Todos involucrados en posibilidades de tomar control en las próximas candidaturas. Cada señalamiento tiene como efecto, un tema legal, del que se dice han empezado a gestionar desde ya.
Roures llevará todo al plano judicial
El escándalo ha ido en crecimiento. Contratada la compañía 13 Ventures, ha estado activa en la propagación del crecimiento positivo de la junta directiva con la afición. No así con la oposición y con algunos miembros de la plantilla y ex jugadores. Jaume Roures ha sido uno de los más afectados y no se ha quedado callado.
Se dice que está dispuesto a recurrir a la última instancia legal, denunciando a la actual administración de ser una administración desleal. Esconden varios informes donde está plasmado el fracaso de las gestiones, el descalabro financiero y la bancarrota en la que le han situado sus últimas incorporaciones.
Joan Laporta ha sido otro de los que se ha visto activo por redes. Ha dicho puntualmente que tienen miedo, miedo a mostrar el descalabro y la animalada cometida con los activos del club. Dichas actuaciones solo logran manchar la imagen del club en el mundo, y de paso, logran desestabilizar una plantilla que debería estar concentrada en los hechos deportivos más que en este tipo de inclusiones.
Los capitanes no se han quedado callados, internamente han demostrado su molestia y tal parece aprovecharían la reunión para dejar sentado un precedente. Lo que se sabe es que el FC Barcelona en cabeza de Bartomeu ya ha tomado medidas preventivas, han tirado abajo el contrato con la compañía emisora de los puntos, y ha cerrado el vínculo al menos hasta una aclaración formal. Candente todo en estos días por Catalunya.