El entrenador ha lanzado unas peticiones a los jefes en contra del capitán
Justo antes del comienzo de la cuarentena, al FC Barcelona se le empezaban a ver ciertas rupturas estructurales que por parte de Messi ya eran motivo de preocupación. Una vez abierto a su libre de expresión lo ha dicho, y una vez lanzado todo el ataque masivo a través del campo de los medios, se ha dado inicio a una guerra sin precedentes que ahora parece tocar al entrenador Quique Setién.
Todo ha nacido en relación a que el equipo no venía experimentando el mejor de sus desempeños. Preso del hecho reconocible de haber hallado una falla en el funcionamiento, el capitán ha lanzado dardos tratando de convencer a los caciques de buscar soluciones drásticas. Según la pulga el nivel actual no da para pensar más allá de ganar LaLiga, pero de Champions es mejor no ilusionarse.
Los argumentos están bastante solidificados. Messi es un jugador que lo ha vivido todo al mejor de los niveles, lleva muchos años jugando una competencia como esa para dictaminar algo de este calibre. Claramente está en descontento con el trabajo del cántabro, y se ha atrevido a decir que si todo sigue como hasta ahora tendrán que empezar a barajar candidatos.
Setién tiene su propia versión de los hechos
Una vez esto ha empezado a correr como agua de mayo, al estratega ex Betis no le ha quedado de otra que jugar con sus cartas. Lo primero que ha hecho es criticar internamente las declaraciones de Messi, y luego de ello ha sacado sus apuntes y ha descrestado defendiendo su idea, a la que cree que todo le va en forma hasta el momento.
A Bartomeu le ha pedido encarecidamente controlar a Messi, ya que su espontaneidad ante los micrófonos lo único que logran es desestabilizar a un grupo que viene trabajando de la mejor forma. Además, no descarta sanciones institucionales, de las que el mismo presidente no ha decidido profundizar.
Messi es un nombre muy complejo de tocar, porque basta algo que no le caiga en gracia para alejarlo del trabajo en el club. Eso es justamente algo que nadie contempla y bajo esas premisas deben trabajar los altos mandos buscando generar una equidad. El tema se ha encendido y cada uno vela por sus intereses. Ya veremos qué puede resultar de todo esto, ya que el club sigue a la expectativa de lo que puede ser su desempeño en las próximas citas.
