El astro argentino es el mejor pagado del mundo, en consonancia con el nivel que ha demostrado durante más de 15 temporadas en la élite
Leo Messi es sin duda alguna el mejor futbolista del mundo de los últimos 15 años. Una cualidad que hace que muchos planteen al jugador del FC Barcelona como el mejor de todos los tiempos. Y eso se nota mucho en el salario de Messi, que es el que percibe mayores emolumentos en todos el planeta fútbol, superando a otras estrellas como Cristiano Ronaldo o Neymar.
Ahora que se ha producido la dimisión de Josep María Bartomeu como presidente del FC Barcelona, es momento de hablar del contrato de Leo Messi. Porque el argentino, harto de no ser feliz, explotó el pasado verano. No aguantaba ni un día más con esa directiva que tanto daño ha hecho al club deportivamente hablando.
Pero ahora que ha dimitido Bartomeu y toda su junta, es de esperar un gesto de Leo Messi. El argentino es muy feliz en Barcelona y su familia también. De ahí que su renovación será la piedra angular de las próximas elecciones. Porque no hay que olvidar que ahora mismo, Messi, termina contrato el 30 de junio de 2021.
Salario de Messi
Con todas estas dudas, hay que hablar del salario de Leo Messi. Es cierto que actualmente recibe aproximadamente alrededor de 72 millones de euros del FC Barcelona. Sin embargo, con la crisis derivada del Covid-19, muchos jugadores han sellado renovaciones con una rebaja salarial pero de más años.
No obstante, hablamos de Leo Messi, el buque insignia del FC Barcelona y pieza angular de los negocios y de los patrocinios. Por lo tanto, habrá que estar muy atentos a la campaña electoral, ya que como decíamos, la renovación de Messi se antoja capital.
El salario de Messi seguro que no es un problema. El argentino quiere un proyecto ganador, y eso pasa porque Joan Laporta gane las elecciones y monte un proyecto realmente competitivo. Si eso sucede, el salario de Messi es lo de menos. El argentino solo quiere volver a ganar títulos importantes.
Messi pone una condición para seguir en el FC Barcelona
El 2-8 con el que el FC Barcelona caía estrepitosamente ante el Bayern, en realidad, puede ser la puerta hacia un futuro mucho más ilusionante. El tornado que se desató con Leo Messi, que si se queda, que si se va, generó una incertidumbre tremenda. Se fueron pesos pesados como Luis Suárez y muchos jugadores atacaron directamente la gestión de Bartomeu.
Tanto es así que se generó un movimiento en las redes sociales que se fue haciendo fuerte hasta conseguir algo histórico. Sin partidos en el Camp Nou, con una pandemia mundial, la afición del FC Barcelona logró movilizar a más de 20.000 personas para hacer prosperar una moción de censura contra Bartomeu.
Dimisión de Bartomeu
Algún día tendrán que explicar muchas cosas Bartomeu y su junta. Primero, porque después de los resultados, dijeron que por responsabilidad nunca dimitirían. Después, porque una vez conocido que la moción prosperaba, nuevamente dijo Bartomeu que no pensaba dimitir.
Sin embargo, menos de 24 horas después de expresar que no pensaba dimitir como presidente del FC Barcelona, Bartomeu finalmente lo hizo. Y su explicación parece otra mentira: “Es una decisión meditada desde la responsabilidad”.
Parece complicado que dimitir ahora sea meditado cuando un día después aseguraba que no iban a dimitir y cuando tantas veces ha dicho que dimitir no es la salida responsable. El caso es que Messi, ahora, tiene todas las cartas donde pedía este pasado verano.
Laporta única posibilidad
Que nadie piense que ahora de repente, Messi ya quiere quedarse en el FC Barcelona. Sus condiciones son claras. Quiere un proyecto ilusionante y ganador. Quiere disfrutar del fútbol en el equipo de su vida. Y ahora todo eso pasa por una persona.
Joan Laporta debe volver. El que fuera presidente en la época dorada con Pep Guardiola de entrenador ya ha anunciado que se presentará. Pero su primera labor es hacer un equipo imbatible, que resulte ilusionante para un Leo Messi que pone esa condición para seguir.
Messi se queda en el Barcelona
Sorpresa en el mundo del fútbol, Josep María Bartomeu ha emitido su comunicado de dimisión pese a toda la resistencia a la que se había acogido durante tanto tiempo. No aguantó más, la presión, y la moción de censura han terminado rindiendo sus frutos. Un detalle que ha salpicado a una directiva que entrega los peores balances en la historia de la institución culé.
El presidente se va con un legado bastante pobre, enrarecido por lo que ha sido su gestión, sobre todo en las grandes citas y los temas relacionados a los fichajes. La eliminación ante la Roma, luego ante Liverpool y los 8 goles recibidos a manos del Bayern Múnich. Todo un conglomerado de situaciones que le han terminado pasando una cuenta de cobro muy alta.
Messi tiene al club donde quería
El escándalo de las redes sociales, el bochornoso acto de haber prácticamente regalado a Rakitic, a Suárez, a Arthur Melo, la contratación de Setién, y las fallas en las contrataciones de Dembélé, y de Philippe Coutinho son otros ejemplos. De hecho, todo este mar de dudas han terminado casi eliminando del equipo a Messi, un tipo que ha amenazado incluso ir en contra del club mismo.
Y no porque su deseo sea propiamente ese, ya que admite por donde va y a donde entrega declaraciones que Barcelona es su casa. Lo que sucede es que se ha sentido agredido por una dirección general pobre, sin rumbo y desmedida con sus tratos. A esto hay que sumarle el descalabro financiero, con cifras en saldo rojo por donde quiera que se mire.
Laporta salvador
Para Messi ha sido un respiro, una fortuna que por fin se haya liberado de semejante atrofio. Podrá de una vez por todas ponerse a tope, seguir en el club de sus amores y continuar dejando lo que busca, prolongando su estrella. Esto se reduce a una sola cosa, Messi se queda, pase lo que pase de ahora en adelante. Muchos hablan de Joan Laporta, y si es por ahí el camino la aceptación de los grandes dinosaurios es incluso mayor.
Ya se ha dicho, intentará re estructurar el fondo común del club y buscará sin descanso los mejores jugadores para sumar al proyecto. Neymar es una vieja idea suya, y recobrar la identidad con el llamado potencial de Guardiola es otra de las cosas que le invocan. Por lo pronto está todo muy convulsionado, aunque en el fondo exista una paz que incita a soñar tras el mal momento en todo Catalunya.
El patrimonio de Leo Messi
Lionel Messi es el tercer deportista mejor pagado del mundo y la quinta celebridad que más dinero gana al año. Unos datos que en cifras suponen unos emolumentos anuales de 104 millones de euros: 72 millones de euros netos del sueldo que le paga el FC Barcelona y otros 32 millones que provienen de sus patrocinios, según apunta la revista Forbes.
El salario de Messi son 8,3 millones de euros brutos al mes del FC Barcelona y desde que debutará en 2004, ha acumulado unas ganancias de 650 millones de euros brutos y un patrimonio de 400 millones de euros. Unas cifras astronómicas que también ostenta en cuanto a títulos deportivos. Con el Barcelona ha ganado 34 títulos, entre ellos, 10 de La Liga y 4 de la Liga de Campeones de la UEFA, así como 6 títulos de la Copa del Rey.
La servilleta de Leo Messi, la más famosa de la historia
“En Barcelona, a 14 de diciembre del 2000 y en presencia de los Sres. Minguella y Horacio, Carles Rexach, secretario técnico del FC Barcelona, se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de algunas opiniones en contra a fichar al jugador Lionel Messi siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas”, reflejaba la famosa servilleta donde Messi estampó su firma para pasar a ser jugador del conjunto azulgrana.
Y es que el FC Barcelona fue el único club que accedió a hacerse cargo del costoso tratamiento médico al que tenía que someterse Messi debido a una deficiencia de la hormona del crecimiento. Ahora, a toro pasado, es indiscutible que supuso el mayor acierto de la historia del club.
Se trata de un trastorno clínico causado por problemas que surgen en la glándula pituitaria o hipófisis, caracterizada por una insuficiente producción de la hormona de crecimiento (GH). Afecta tanto a niños como a adultos. Su tratamiento consiste en inyecciones diarias bajo la piel (subcutáneas) o intramusculares de la hormona de crecimiento humana sintética, producida por tecnología ADN recombinante.