La premura en la operación salida avasalla en este momento a Zidane, que ve como sus descartes puedes seguir por falta de oportunidades
Un nuevo dolor de cabeza parece agobiar en este momento a la directiva y mandato técnico del Real Madrid. Como es sabido por todos, ha sido pertinente entrar en la postura de salidas, motivo por el cual jugadores como Bale o el mismo Mariano estaban cumpliendo su rol protagónico en el mar de especulaciones de verano.
Este par de jugadores se están negando contra todo pronóstico a buscar la ruta de escape, es más, se han afirmado en distintas posiciones por hacerle complicada la vida a sus jefes con sus contratos firmados de por medio. En el caso de Bale, no se quiere ir y no le importa el hecho de permanecer en la grada todo el año, mientras que Mariano ha mostrado deseos de luchar por un puesto pese a la negativa del entrenador galo.
Lo cierto de todo es que Zidane no soporta más esta situación, se lo ha expresado a Florentino pero al no contar con propuestas serias de por medio, poco y nada se puede hacer desde lo administrativo. Habrá que esperar hasta el límite del mercado estival, para así poder comprobar si la suerte termina sonriendo en medio de tanta noticia negativa.
Otros como Keylor interrumpen sus negociaciones con diferentes clubes
Y por si fuera poco, hay una lista de al menos 5 jugadores que se han empeñado en entorpecer el plan de la directiva, tirando abajo incluso acuerdos que a la luz pública se habían anunciado como un hecho. Es el caso de Keylor Navas y su chance con el PSG, Lucas Vázquez, Jesús Vallejo, Nacho y Ceballos.
Con la salida confirmada de Luca Zidane, parece que Keylor se ha echado atrás con la idea de partir. Lucas Vázquez no ha estimado la oferta de Arsenal de 40 millones y Ceballos con todo listo para marcharse a Milán ha dejado un nuevo obstáculo al rechazar su chance, aunque Tottenham ha aparecido en el horizonte.
Gran disyuntiva para el grupo de trabajo, que no solo tendrá que pensar en sus elevados salarios sino en el aspecto deportivo, pues al tener jugadores de primer nivel sin ritmo de competencia se arriesgan a perder su estado de forma que de una u otra manera podrían generar avances en los traspasos a futuro.