Complejo panorama de presión por un acto de provocación denunciado oficialmente
Un grupo municipal de Granada, llamado Vox, ha lanzado una denuncia pública contra un jugador del Granada CF luego de los hechos que dieron a lugar el día 19 de julio, en donde el club en general celebraba su histórica clasificación a la Europa League. El hecho que tuvo lugar en el estadio de Los Cármenes terminó de la peor manera tras haber analizado en detalle las imágenes.
Unai Etxebarría ha sacado una camiseta, se la ha colgado y en su contenido incluía palabras como “Altsasukoak aske“, una apología al delito de los agresores de los guardias civiles y sus esposas en un bar de Alsasua. Estas palabras exigían libertad para ello, y rompe por completo los protocolos de legalidad y cumplimiento a la ley establecidos por el estado en general.
La exigencia es absoluta o podría tener repercusiones masivas en el bienestar del club
El grupo, al pertenecer directamente a los lineamientos del ayuntamiento, dueños de hecho del estadio podría considerar acciones peligrosas en su contra. Así que la petición se ha elevado al club, que internamente maneje las cargas y obligue a su jugador a pedir excusas públicas. Ellos consideran esto como una agresión sin precedentes a la comunidad misma.
La apología del delito es un hecho muy grave, que puede ser penalizado en el mejor de los casos con restricciones. Al club evidentemente esto no le conviene, y menos tras la enorme campaña que ha cumplido esta temporada. Y aunque no haya sido oficializado el hecho, se sabe que están trabajando en mejorar su exposición mundial y mostrarse como un club íntegro con grandes rasgos sociales aliados.
Unai Etxebarría corre mucho riesgo con un simple acto de rebeldía
Ha sido muy importante para el momento que vive el club en líneas generales, pero es claro que no van a arriesgar de más y menos en momentos dulces. Su clasificación europea es única, un hecho histórico que no se puede ver empañado por algo tan simple y falto de cohesión de soporte.
Miralles, líder de Vox sigue al tanto de los sucesos, y está pendiente de las acciones emitidas por la entidad deportiva. Lo que puede pasar es que haya un ajuste interno, con sanciones y con la repostura ante las cámaras. Un tema delicado con consecuencias mayúsculas, lo que conlleva un acto irracional, o habrás que preguntárselo a Gareth Bale en el Real Madrid.