El entrenador amarilla duda de los métodos del conjunto azulgrana
El Villarreal CF ha cabreado sobremanera a su técnico, Javier Calleja, tras decidir la venta de Toko Ekambi al Olympique de Lyon. Suenan muchos nombres para relevarlo, pero se ha topado el Submarino Amarillo con un contratiempo bastante ingrato. Y es que el FC Barcelona tiene entre sus objetivos a la opción que más gusta en La Cerámica.
En un principio la idea del Villarreal CF pasó por atacar al Real Madrid. Porque con Zidane han espabilado muchas de las llamas vacas sagradas como Casemiro o Kroos, muy discutidos la pasada temporada. Y con este panorama hay muchísima competencia, sobre todo en la parte de arriba. Zidane no sabe ya qué más hacer para sacar lo mejor de algunos.
Un ejemplo claro era un Vinicius que siempre ha interesado al Submarino Amarillo. En el esquema en el que jugaba Ekambi pegado al carril izquierdo, el brasileño podía encajar. Pero Calleja lo tiene claro. Quiere alguien rápido, que se adapte a banda sí, pero que su mayor característica sea meter goles.
Porque el Villarreal juega muy bien, controla los partidos pero no tiene demasiada pegada. No hay más que ver el partido ante el Espanyol, en el que el Submarino Amarillo llegó a disparar más de 15 veces a portería sin éxito. Hace falta un jugador que convierta todas esas jugadas en gol. Ese día faltaba Gerard Moreno y sin él, no hubo manera.
El FC Barcelona choca con los intereses amarillos
Javier Calleja ha sido rotundo con el Villarreal. El jugador que más gusta al técnico es un Cedrik Bakambu al que se le queda pequeña la liga China. Allí acumula 39 goles en 54 partidos, unas cifras de auténtico killer que vendría muy bien al Submarino Amarillo. Pero hay un problema de mucho peso.
No hay que olvidar que Ekambi ha pedido irse, mientras que a Bakambu se vendió ante la oferta descomunal que llegó y que saneaba las cuentas del conjunto del Villarreal CF. Pero Bakambu está a tal nivel que ha sido uno de los jugadores que se han colado en la lista del FC Barcelona para relevar a Luis Suárez. Casi nada.