Los jugadores no supondrían inversiones fuerte para el club
Antes que pensar en las incorporaciones de cara a la recta final de temporada o comienzos de la siguiente en el FC Barcelona piensan hacer las cosas como es debido, dándole prioridad a las salidas. A la fecha solo ha oficializado una, la cesión de Carles Aleñá al Real Betis hasta el final de la campaña.
Por esa misma senda hay muchos casos más, algunos incluso más preponderantes o determinantes de acuerdo a su calidad y proyección. Empezando por Arturo Vidal, Jean-Clair Todibo, Moussa Wagué o incluso Ousmane Dembélé. Todos tienen requerimientos de clubes importantes, y conforme está el tema no sería extraño verlos vestidos de cortos con diferentes elásticas.
De acuerdo a todo esto, la directiva y principalmente la secretaría técnica se estaría contemplando una idea un tanto drástica, que es sumar jugadores del filial con todos los pergaminos, se trata de Riqui Puig y de Ronald Araujo, los cuales estarían listos para disputar la Supercopa de España pactada a realizarse en territorio árabe.
Riqui Puig, la apuesta más alta del Barça para el 2020
Para nadie es un secreto que el Inter de Milán seguirá hasta el final el fichaje de Arturo Vidal. Agotarán todos los recursos e incitarán al chileno a abandonar las filas blaugranas con un argumento sólido, titularidad y protagonismo. Pues bien, Bartomeu no le teme a ello, sabe que tiene un buen número de jugadores en la zona con calidad y experiencia.
Y a ello le quiere sumar sentido de pertenencia y un toque de magia, la de Riqui Puig. El mediocampista de 20 años es la figura de La Masía, y ha hecho en totalidad el paso para llegar a donde pretende. Ya ha debutado con el equipo principal y apunta a estar muy pronto de titular. Por su parte el central uruguayo Ronald Araujo es la alternativa a la fuga de Todibo, como cuarto central tras sus excelentes números de momento.
Lo último que se ha sabido es la poca gracia que esto ha causado en Valverde, que tras del hecho podría perder a Dembélé si es que llega Dani Olmo, y a Carles Pérez que con seguridad iría cedido para que adquiera mayor experiencia. Una desbandada completa a la que el Txingurri pretende hacer frente exigiendo fichajes de calidad. Aunque eso si es un tiro al aire, no se sabe si le cumplan o si le releven del cargo.
