El equipo gallego encuentra una solución de urgencia a la salida del balcánico
El RC Celta se las prometía felices con la venta millonaria de Stanislav Lobotka. La estrategia parecía muy buena, ya que se iban a ingresar muchos millones y se había atado al sustituto. Se trata del argentino Guido Rodríguez, MVP de la liga mexicana. Sin embargo, el Betis se ha adelantado y la solución podía llegar del Atlético de Madrid. No obstante, un ofertón del Manchester United lo cambia todo.
El SSC Nápoles finalmente pagará al RC Celta 20 millones de euros y 4 más en concepto de variables por rendimiento. En el RC Celta creen que es momento de reforzar varias líneas, de ahí que se habían fijado en el mediocentro argentino. Guido jugará en el Betis, lo que dejaba al Atlético en una situación complicada también con el centrocampista Marcos Llorente.
Un Marcos Llorente que no ha sido capaz de entrar en la filosofía del Cholo Simeone en el Atlético de Madrid. Para recuperar su valor, el conjunto colchonero veía con buenos ojos su cesión al Betis, equipo donde se esperaba que sea indiscutible y pueda volver a ofrecer su mejor versión. Pero el fichaje de Guido cerró toda opción a Llorente.
De ahí que tanto RC Celta como Atlético de Madrid estaban condenados a entenderse. Hasta que ha aparecido una oferta de 60 millones de euros del Manchester United para hacerse con los servicios de Marcos Llorente. Una jugada que cambia los planes del RC Celta. La alternativa ahora, según ha podido confirmar El GOL Digital, es Oriol Romeu.
Óscar no da con la tecla
El nuevo RC Celta de Óscar García trata de hacerse un sitio en la siempre difícil Liga Santander. Tras la victoria en Villarreal, llegó el tropiezo ante el Valladolid. Pero ahora llega la hora de la verdad con la recuperación de Rafinha. El técnico debe elegir entre dos súperclase que no da la sensación de caber en su esquema.
Porque tras debutar en el Camp Nou, es evidente que hasta que no se jugara el siguiente partido no se podían sacar conclusiones. Y Óscar García desde Villarreal, y ante el Valladolid también, dispuso su predilecto 4-3-3, con Pape Cheikh de pivote defensivo y Denis Suárez y Stan Lobotka de interiores, llevando el peso del juego. Arriba recuperó para la causa el desequilibrio de Pione Sisto.
Y las otras dos plazas parecen fijas para Iago Aspas y para Santi Mina. Con esta disposición, Pione Sisto tuvo protagonismo, volviendo a ser ese puñal de campañas anteriores. El extremo danés ha pasado de estar en la lista de transferibles de cara al mes de enero, a engrosar la lista de intocables. Pero ahora surge un debate total.
Porque ante el Valladolid, el RC Celta ya tenía sano a un Rafinha que fue suplente. Cuando entró al terreno de juego, el que salió fue Denis Suárez. Y no se produjo cambio de sistema. Es decir, de seguir con ese esquema, parece que Rafinha y Denis Suárez no caben juntos en la alineación. Un problema grave, ya que son junto a Aspas, los mejores del equipo.