Le ha lanzado al agua afirmando que si no se adapta tendría todo para marcharse en verano
Siguen las polémicas entregas de Quique Setién no solo a la prensa, sino en lo que deja ver día a día con sus ajustes al equipo. Lo último ha sido una entrevista de medios en la cual se ha referido a todo un poco, dejando mal parado a Arturo Vidal de acuerdo a una percepción de juego dentro del campo y su esquema.
Para el entrenador la corrección llevada a cabo con los trabajos puntuales ha sido determinante. Campo reducido y un posicionamiento estratégico le ha permitido identificar que el chileno es de los que más se desordenan. El tema pasa porque él ha dicho que este es un tema a atacar, y desde lo que respecta a las alineaciones ha dejado claro que nada tiene que ver lo mostrado en las prácticas con lo que salte al campo el fin de semana.
Ha sido un señalamiento directo, además porque Vidal tiene un estilo bastante distinto a lo que Setién busca perpetuar en su versión del Barcelona 2020. Mucho más aguerrido y sin tanta magia, el entrenador cántabro se ha dejado ver mucho más seducido por lo de Rakitic, que en teoría estaba hasta entonces cuando Valverde era el estratega, un paso por debajo.
Vidal vuelve a buscar resguardo en Conte
Tras escuchar estas declaraciones al chileno de 32 años no le ha quedado más que seguir trabajando, sin perder de vista las alternativas que le han nacido en las últimas semanas. Lo del Inter está ahí, expuesto y a la orden del día. Es apenas normal que se deje ver tentado por un proyecto ambicioso que cuenta con el entrenador que más ha confiado en él desde que ha llegado a Europa.
El tema es que las posturas aún no se han acercado como todos pretenden, y eso ha dejado en zona neutra los acercamientos de forma más directa. Vidal es consciente que en Barcelona no podrá seguir su evolución, y menos tras entender que para que Setién le confíe deberá modificar bastantes aspectos que hasta acá son su impronta natural.
Para el estratega no perder el ADN es vital, y con tanto señalamiento las cosas parecen tomar un tinte oscuro. No ha lanzado una petición directa a la directiva de que lo quiere fuera, pero las señales están sobre la mesa. Por respeto o por jerarquía, el tema es que al parecer y tan pronto recupere a Arthur, al chileno le tocará volver a lidiar con el estigma de ser un segundón. Preocupa cada día más este caso.