La crisis en el equipo nacional y el delicado equilibrio entre Montse Tomé y las jugadoras
La esfera del fútbol femenino en España se encuentra en un momento de incertidumbre tras los recientes desencuentros entre la seleccionadora Montse Tomé y su plantilla. En el ojo del huracán, la estratega asturiana se encuentra entre la espada y la pared. Su reciente asunción ha estado marcada por tensiones, y su continuidad parece tambalearse en el horizonte cercano.
Las divergencias entre Tomé y las integrantes del equipo han sido evidentes. Tras las reuniones tensas, donde la comunicación parecía fracturarse, el consenso entre las jugadoras era claro. No ven en Montse Tomé la figura que liderará el proyecto de cara al futuro. Este malestar ha alcanzado tal magnitud que la salida de Tomé del banquillo parece ser una demanda unificada.
La presión de los próximos encuentros y el destino de Montse Tomé
Los próximos partidos de La Roja, contra Suecia y Suiza, se presentan como una prueba de fuego para la seleccionadora. Aunque está confirmado que Tomé estará al mando en estos encuentros, el panorama post-partidos es incierto. Las jugadoras, según fuentes cercanas, plantean dos posibilidades: que Montse dimita tras estos compromisos o que, en su defecto, el CSD intervenga para forzar su salida.
Por otro lado, desde la Federación, el discurso difiere. Rafa del Amo, director del Fútbol Femenino de la RFEF, se mostraba reacio a la idea de un cambio inminente. Sin embargo, en las esferas internas del equipo actual, el malestar con Montse Tomé es palpable.
La postura de la Federación y el eco en el vestuario
Vinculada estrechamente con figuras del pasado como Vilda y Rubiales, la percepción general es que la seleccionadora no representa el cambio que el equipo busca. La percepción de la plantilla es clara. Quieren un cambio, una figura que represente renovación y un nuevo aire.
La situación de Montse Tomé, lamentablemente, parece ser una reminiscencia de conflictos pasados. El futuro próximo dirá si se opta por una renovación o se persiste en el actual rumbo. Lo cierto es que los ojos del mundo del fútbol están puestos en la seleccionadora y su relación con la plantilla. Solo el tiempo revelará el desenlace de esta encrucijada.