Todo el mundo recuerda las imágenes de José García, de niño, animando como un aficionado más en las gradas de El Sadar a Osasuna, su equipo de toda la vida. Ahora, con 16 años, ha dado el salto al primer equipo del club de sus amores, convirtiéndose en la nueva estrella rojilla. A partir de entonces, mucho se ha hablado del pasado del chaval navarro, hasta el punto de ser vinculado con un grupo de radicales llamados microbotas.
Durante este tiempo, el jugador se había mantenido al margen de todas estas informaciones. Hasta ahora, momento en el que ha querido zanjar toda polémica y pedir perdón por el daño causado en su pasado. El Informador, un portal que ha seguido muy de cerca este asunto, publicó ayer la carta íntegra con la que García pretende disculparse:
“Mediante estas líneas, quiero aprovechar para pedir sincero perdón a aquellas personas y familias a las que he causado daño con mi comportamiento. Reconozco que he cometido errores y tengo la firme intención de no volverlos a cometer en un futuro, puesto que he decidido seguir un nuevo camino en el cual rechazo mi anterior comportamiento, del que me he desmarcado hace tiempo. Habiéndolo vivido tan de cerca, quiero recomendar a los jóvenes que no cometan los mismos errores que yo he cometido y que enfoquen su camino hacia el deporte. Porque a mí ha sido lo que me ha ayudado a alejarme y a adquirir valores como los que me han transmitido y me siguen transmitiendo desde el Club Atlético Osasuna: la deportividad, el compañerismo, la solidaridad y, en definitiva, el respeto a los demás”.