El club se encuentra en uno de los momentos más complicados de su historia reciente, pues se avecina una grave crisis institucional que podría provocar la salida de Gabri Veiga del Celta
La mala racha deportiva del equipo ha generado un grave problema para Carlos Mouriño. El presidente del club de Vigo vivió una de sus noches más complicadas en Balaídos, que entonó el ‘Mouriño, vete ya’, mostrando su profundo malestar con su gestión. Una gestión que podría terminar provocando la marcha de Gabri Veiga del Celta este mismo mercado de verano, en el que no le faltarán ofertas.
Esto ha sido tema de conversación desde comienzos de año, pues el futbolista ha rendido a un extraordinario nivel. Sin embargo, la idea del club era retenerlo, al menos una temporada más. Y es que el Celta quería que Gabri Veiga vistiera sus colores en el año del centenario. Pero todo lo que ha sucedido en las últimas semanas lo alejan de continuar en el club.
Gabri Veiga, más cerca de salir del Celta que nunca
Como sabemos, y aunque la afición ya ha dejado claro que no quiere que Mouriño siga en el cargo, lo cierto es que su dimisión parece completamente descartada. El presidente tiene claro que va a seguir en el cargo en el año del centenario y será después de la próxima temporada cuando se planté dejar el puesto. Un puesto que, en todo caso, dejará en manos de su hija.
Así pues, no se espera que la situación mejore, de modo que Gabri Veiga está más cerca que nunca de abandonar el club. Y es que el futbolista no quiere vivir una temporada repleta de tensión institucional, como así parece que será si Mouriño no abandona el barco. Es por eso que estaría decidido a salir pese a haberse planteado su continuidad.
El proyecto de Mouriño se desmorona
Después de un verano en el que las expectativas estaban por las nubes por la llegada de Luis Campos como asesor, la nube se ha desinflado. Los fichajes del director deportivo del PSG no han funcionado, como tampoco el entrenador en el que confió el proyecto. Y es que, una vez acabe la temporada, se espera que Carlos Cavalhal abandone su puesto.
Esto no hace más que agravar la situación del club vigués, que ve venir una profunda crisis institucional que, como es de imaginar, también tendrá repercusión en el ámbito deportivo. La consecuencia más inmediata podría ser la marcha de Gabri Veiga del Celta, pues el gran talento de la cantera celeste no quiere vivir un año del centenario para olvidar. Un año que debería ser histórico para el club y que apunta a ser todo lo contrario.