Ramis ya es historia en el RCD Espanyol quien espera a Manolo González
El RCD Espanyol se ha cansado de Ramis. EL club perico ha decidido acabar con la estancia del ex entrenador blanquiazul por la mala dinámica en la que se encuentra un equipo que debe estar peleando el ascenso. Los empates ante AD Alcorcón y Huesca ha sido la gota que ha colmado el vaso. El sustituto elegido es Manolo González.
Una apuesta que no gusta mucho a la afición ya que sería su estreno en Segunda División. No se entiende como el RCD Espanyol no ha dado con la tecla de un entrenador con más empaque. Experimentado en la categoría de plata del fútbol español. Confiar el ascenso a un recién estrenado que no tiene experiencia es una apuesta muy arriesgada. Una más de la dirección deportiva del club catalán, que parece no tener las cosas claras.
La decisión del entrenador deja en la picota al Director Deportivo del RDC Espanyol
Una vez más, el responsable de esta situación vuelve a ser Fran Garagarza. El encargado de confeccionar la plantilla y tomar la mayores decisiones en la parcela deportiva, ha vuelto a fracasar. El equipo lleva muchos años sin un entrenador que lidere un proyecto. El RCD Espanyol es una entidad a la deriva que funciona por impulsos pero sin una estabilidad y un rumbo claro. Lo que perjudica aún más la situación.
De nuevo, la contratación de Manolo González es un parche. Al igual que lo fue Luís García. Contratar a una leyenda del club no supuso otra cosa que dejar al descubierto el problema del equipo. No hay proyecto deportivo, solo se colocan parches. Pero la herida sigue sangrando. Sin rumbo fijo.
La sombra de Rubi
Toda esta situación en la que se lleva produciendo un baile de entrenadores que ya dura mucho tiempo tiene un denominador común. La marcha de Rubi en 2019. Desde entonces, el club lleva contratados más de 10 entrenadores diferentes sin obtener ningún rédito deportivo por ello. No se llega ni a un entrenador por temporada. Cada año se produce una destitución y el resultado es estar un año más en Segunda División.
La marcha de Rubi al Real Betis no se ha superado aún. La dirección deportiva es incapaz de realizar un proyecto estable y que de confianza a la afición. Hay entrenadores que apenas han durado 4 meses en el conjunto blanquiazul. Jugadores de paso que no duran. Los platos rotos de una mala gestión que ya dura demasiado.