En busca de los tres puntos los pericos sueltan las fieras tratando de vencer al actual campeón y uno de los mejores equipos del continente
Los grandes retos parecen ser el motivo de mayor exaltación para los pericos en la actualidad. RCD Espanyol recibe este día domingo al Atlético de Madrid en su campo buscando continuar con una tendencia que les favorece claramente. Para ello no han escatimado en nada, y se han posicionado de la mejor manera, clarificando el camino con toda su plantilla al orden.
Vienen de unas primeras jornadas muy complejas en su debut liguero, pero eso no esconde su expectativa, ante una de las plantillas más poderosas de Europa. En la historia del RCDE Stadium el Atlético solo ha podido ganar en 3 ocasiones, de 11 encuentros realizados. Un margen muy favorable para los catalanes, por muy duro que sea comprender en contexto ahora mismo.
La necesidad es máxima, de manera que el Espanyol saldrá a matar sus fantasmas ante un Atlético en construcción
Con los resultados obtenidos y la posición en la tabla es muy complejo dilucidar un peor ambiente que este. Pero es que es su primer paso por la máxima categoría y como quieran que sea esto, pega y bastante fuerte. Espanyol es consciente de este tema, y ha entendido que hay que moverse de manera inteligente. Por eso suelta todas sus estrellas, y no se guarda nada.
Los últimos tres partidos en este escenario se saldan con dos triunfos pericos y un empate, lo que hace ver que el comienzo está por gestarse. Arrancar es fundamental, y si encima se hace sobre el principal candidato al título y aprovechando que el estado español ha aprobado la entrada del 40% de la afición pues mucho más.
Simeone guarda sus precauciones
Cuando se hace referencia a una idea en común se hace referencia a otros aspectos. El conjunto colchonero asume un estado de construcción porque la automatización del sistema de 3-4-1-2 es novedosa. Lo que quiere decir que no está del todo interiorizada y es ahí donde más ventaja pueda sacar el local.
Ha dicho Vicente Moreno que sacarles la pelota es el principal reto, pero una vez se haga, se debe atacar en velocidad. Tienen un carrilero izquierdo con oficio, pero un carrilero que no siente esa posición como propia. Ferreira Carrasco es un jugador más habituado a trabajar metros más adelante, poniendo en peligro al rival con su habilidad. Habrá que verlo en acción y si finalmente todo logra salir como se tiene planeado.