Se va a abrir una disputa por el talento uruguayo que aún pertenece a las filas de los ‘Gunners’
Uno de esos movimientos de los que no se esperaba tanto y ha acabado dando rendimiento es el de Lucas Torreira en la Fiorentina italiana, club que al parecer podría frustrar la llegada del charrúa al Betis como tanto se especula. En el entorno de los verdiblancos se había popularizado la idea, más que nada por responder a una petición especial del entrenador chileno Manuel Pellegrini.
El ingeniero cree fielmente en las condiciones del menudo jugador sudamericano, que rindió a un excelente nivel mientras estuvo en Italia jugando para la Sampdoria. No obstante, su irrupción en el equipo viola responde a otras temáticas y tal parece que el tema va a ir de largo en ese sentido. Lo quieren definitivamente y aprovecharán que tienen una opción de compra para ejercer la presión necesaria y llevarse el gato al agua a partir del verano de 2022.
Sin mucho qué reprochar el Betis asume su rol, y empieza a mostrar signos de pasar la página en el caso de Lucas Torreira
En este sentido habían o existían dos opciones manifestadas, una que era apelar al criterio personal del jugador, que él fuera el encargado de abrir su salida, y la otra que era esperar el efecto en el club italiano. Pues ninguna de las dos se ha dado y hoy mismo cuenta como un futbolista de la entera confianza de Vincenzo Italiano.
No solo es importante en la construcción del equipo, sino que es el eje de contención. No hay un solo futbolista en la plantilla como él que sea capaz de jugar a grandes espacios, dar solidez defensiva y generar gracias a sus transiciones jugadas de peligro. De tal manera que los 15 kilos que equivalen a su salida serán depositados para evitar problemas.
La segunda posibilidad del Betis sigue estando en la capital
Esto deja un resultado y es la gran chance de ver definitivamente las opciones que se tienen con Dani Ceballos. El mediocentro ha dejado claro por activa y por pasiva su idea de conformar el esquema del chileno, pero está sujeto a una compra elevada que está tratando de formalizar la gente en el Real Madrid.
Su pasado no condiciona en nada el acuerdo, y todo responde como es apenas normal a los intereses de la entidad merengue en este punto. No le quieren perder sin recibir nada a cambio, o de lo contrario prefieren tenerlo como ahora, aislado en un equipo donde no tiene la menor probabilidad de sumar minutos.