Sus malas actuaciones le han llevado a estar en el ojo del huracán estas últimas semanas
Por ahí dicen que la mente de un aficionado no perdona. Y la gente del Real Madrid es la muestra fehaciente de ello. A Dani Carvajal le han sentenciado, y todo va en la línea de su rendimiento. En el último partido el equipo de Zidane ha dejado al descubierto sus errores, más que nada a la hora de defender con un penal incluido.
De inmediato le han caído encima, sus falencias han estado en la palestra de todos y para nadie es un secreto que la baja de nivel es evidente. Como lateral ha empezado a mostrar falencias muy fuertes, dejando como muestra negativa sus incursiones que ya no son tan efectivas. En defensa pasa más de lo mismo y ya le pasan factura sus problemas para medir los tiempos y distancia.
El penal fue su cruz, y de hecho eso tiene a la gente muy desmotivada. Perder en la forma que han perdido, siendo muy superiores y con un partido controlado les ha hecho perder la fe. Piden refuerzos de calidad y también exigen que las muestras fe y apoyo de Zidane sean cada vez menores. No es posible que el club sea tan permisivo para tan bajo nivel de reciprocidad.
Carvajal y su complicada situación
Ya ha rozado algo en la relación interna este tipo de hechos. Carvajal ha perdido la confianza con la que se veía por ejemplo en la consecución del tricampeonato europeo y eso es algo que ya prende las alarmas. El madridismo unido pide un jugador de talla mundial, donde destacan Joshua Kimmich del Bayern Múnich.
Conscientes de que la mayoría de goles encajados llegan por su zona, se hace fuerte el hecho directo de empezar a tomar medidas. Zidane está convencido en el nivel de su hombre de confianza, pero la gente ya ha traspasado la frontera y le critican cada día más sus acciones dentro del terreno de juego.
A Florentino le quedan poco más de tres meses para perfilar la situación, para enfilar baterías y para tomas los informes de las áreas encargadas para revisar a profundidad. De momento solo resta esperar a que la temporada se termine, a esperar si Carvajal muestra mejoría, o si definitivamente tendrán que asaltar el mercado con una contratación de quilates.