Las relaciones se tornan tensas de acuerdo a la lesión que le ha propinado uno de los jugadores del cuadro francés en noviembre
El último juego entre el Real Madrid y el PSG disputado en el Santiago Bernabéu por la fase de grupos de la Champions ha dejado una serie de noticias que hoy todavía prevalecen. Una de ellas ha sido la entrada temeraria que le ha propinado Thomar Meunier a Eden Hazard, compañero en la selección nacional de Bélgica. Dicha jugada le significó dos meses de para al ex Chelsea, y todo indica que las reacciones no han sido del todo buenas.
El lateral le llamó dos veces, una cuando recién se terminaba el partido, pero la comunicación fue limitada. Eden le agradeció el hecho de preocuparse, pero tuvo que cortar pues se estaba practicando las pruebas médicas necesarias. Jamás imaginó que fuera tan grave, y hasta pensó que era evitable incurrir en ese tipo de actos.
La segunda llamada se dio hace unos días, en donde el perdón se hizo el hecho más importante de la conversación. Sin embargo, las cosas tomaron otro tinte, y hasta se dio el espacio para admitir que todo era perfectamente evitable, pues no solo perjudicó al jugador, al club, sino a su selección. Ya la fase de recuperación está en su último paso, y todo indica que su presencia estará asegurada en los siguientes días.
Guardiola el más preocupado con el tema
Todo está manejado bajo el hecho certero de una eventualidad positiva. Si Hazard está listo en una semana, estará en plenitud para afrontar el choque de octavos de final de la Champions ante el Manchester City. Guardiola ha sido uno de los admiradores del fútbol del belga, incluso mucho más de acuerdo argumentando que es una ficha clave, que le enfrentó muchas veces y que conoce a la perfección los movimientos de su equipo.
Real Madrid no ha querido forzar las cosas, le ha dado destino positivo al trato de su lesión, más que nada porque se está hablando de una de las figuras del club, al que recientemente le ha desembolsado 100 kilos por su pase. El lío entre clubes se extiende, y es que el hecho de Hazard haber tomado las cosas como las ha tomado ha encendido las alarmas en la capital francesa, que tiene un tema mayúsculo a tratar, el de Kylian Mbappé.
Sea como sea, en Concha Espina no se pueden permitir ciertos lujos, como estar indispuestos con una directiva a la que le tienen que seducir con hechos puntuales. En juego está el deseo reprimido de toda una afición, del cuerpo técnico y del jugador mismo. El que para muchos es el llamado a destronar a los invencibles hasta acá, Messi y Cristiano Ronaldo.