Hace un par de meses, todo eran pétalos de rosas y elogios para Casemiro. Sin hacer ruido, un fichaje que en principio era para el equipo filial, se había convertido en un fijo en los esquemas de pretemporada de Carlo Ancelotti. De hecho, ya había aficionados que se cuestionaban el motivo por el que el Real Madrid había traído a Illarramendi, teniendo en nómina a este fenomenal brasileño.
No obstante, de la noche a la mañana, el jugador ha pasado de ser titularísimo al más puro ostracismo. Así, el mediocampista disputó sus últimos minutos de Liga ante el Athletic de Bilbao, en una ya lejana tercera jornada de Liga. Y es que como dice el refranero, lo importante no es llegar sino mantenerse.
Mientras tanto, equipos de Champions preguntan por él.