Desde el cuadro donostiarra tienen ciertos líos con su ofensiva
La Real Sociedad es otro de los equipos que tendrán que resolver su problema con la portería contraria y uno de los casos más críticos es el de Sorloth. El noruego no ha sido el delantero que esperaban en San Sebastián ya que constantemente falla de cara al gol. Un caso similar al de Isak, que aunque tiene más goles, también ha bajado su capacidad goleadora.
Recordemos que en la presente temporada, los dos jugadores apenas suman 7 goles, una cifra bastante baja. Incluso, el máximo artillero del equipo de Imanol Alguacil es Mikel Oyarzábal quien tiene 9 tantos en lo que va del curso. Esta situación no deja de preocupar al entrenador y por ello ha comunicado a la dirección deportiva que busquen un delantero en el mercado.
La Real Sociedad sigue teniendo líos en la definición con Sorloth e Isak
En ese orden de ideas, el damnificado principal en la Real Sociedad sería Alexander Sorloth. El atacante de 26 años se encuentra a préstamo en el equipo txuri-urdin hasta el final del curso y la idea es no hacer uso de la opción de compra que hay. Desde el Leipzig esperaban la venta del noruego, pero esto no sucedería.
De esta forma es que uno de los nombres que han acercado al equipo de Anoeta es Ante Budimir. El croata de 30 años del Osasuna es uno de los mejores efectivos del cuadro rojillo y su olfato goleador no ha pasado desapercibido en varios equipos. Esta campaña ajusta 7 goles en 33 partidos y ha marcado en cuatro encuentros al hilo en las últimas cuatro jornadas.
El rendimiento del croata ha impresionado al cuadro de Anoeta
Sin lugar a dudas, su buen estado de forma es para destacar y por ello es que la dirección deportiva de la Real Sociedad quiere a Budimir en reemplazo de Sorloth. A favor del croata, está el hecho de toda la experiencia que ha acumulado en España, contra la primera aventura del noruego en España.
Habrá que esperar entonces por lo que pueda ocurrir en el siguiente mercado. De momento, Budimir tiene contrato hasta 2025 y el que quiera sus servicios tendrá que remitirse a su cláusula de rescisión. Esta es de 20 millones de euros, una cantidad que pone a pensar a los donostiarras.