El joven defensor cuenta con grandes equipos interesados en su fichaje
Alejandro Francés es uno de los jugadores del Real Zaragoza por el que más han preguntado en los últimos mercados de traspasos. Mercados en los que el conjunto aragonés no ha alcanzado ningún acuerdo con ningún equipo, pues sus exigencias económicas eran muy elevadas. Tanto que acababan espantando a todos los equipos interesados en hacerse con sus servicios.
Sin embargo, ahora la situación podría haber cambiado. Y es que el Real Zaragoza no ha tenido el inicio de temporada deseado, como así ocurre también con Alejandro Francés. Bajo las órdenes de Juan Carlos Carcedo el equipo no ha terminado de arrancar, como así tampoco lo ha hecho el joven futbolista.
Golpe de realidad al Real Zaragoza
Actualmente, el conjunto aragonés ocupa la décimo séptima posición en la Liga Santander tras sumar 2 victorias, 2 empates y 3 derrotas. Números muy pobres para un equipo que ve como la historia vuelve a repetirse. Y es que su objetivo es luchar por el ascenso a la Liga Santander, pero el rendimiento sobre el césped es el opuesto.
Esta temporada parece que el equipo también se quedará muy lejos de los puestos altos de la clasificación, por lo que la prioridad volverá a ser asegurar la categoría. Un objetivo que también ha terminado siendo el de las últimas temporadas tras unos inicios ligueros muy cuestionables.
Francés baja el nivel en el Real Zaragoza
En lo que respecta al joven defensor, su situación también se ha complicado. Bajo las órdenes de Juan Carlos Carcedo no termina de arrancar y sus minutos sobre el césped han caído. De hecho, ha pasado de ser uno de los fijos en el once titular a disputar tan solo el 57% de los minutos. Unos números pobres para un jugador que ha atraído a grandes clubes.
Villarreal CF o Sevilla FC eran algunos de los equipos interesados en su fichaje, pero el Real Zaragoza se acogía a su cláusula de rescisión de 10 millones de euros. Ahora que su nivel ha caído, su precio también podría bajar. Y es que el conjunto maño podría optar por dejar marchar al jugador por un precio cercano a los 7 millones de euros para intentar maximizar sus beneficios ante su bajón de rendimiento.