Indirectamente el futuro de un futbolista condiciona las chances del francés en el cuadro hispalense
Anthony Martial sigue sonando con fuerza para ser uno de los llamados a marcar la diferencia en el Sevilla FC. El jugador francés está en una situación compleja en el Manchester United y todo a partir de la falta de oportunidades. Motivo por el cual ha decidido emprender la huida y qué mejor que caer de pie en uno de los grandes de España.
Así se lo ha dejado saber a su representante y toda la opinión en general. El gran problema es que para que eso suceda el club andaluz antes debe efectuar un movimiento, que está estrictamente ligado. En este caso se habla de una salida, la de Ousama Idrissi, que no solo entrega el cupo sino el margen salarial para pagarlo.
Al momento de poder evaluar la actualidad de Martial, el Sevilla debe dar vía libre a este jugador
La situación no es complicada, pero si requiere de movimientos en concreto. Por ejemplo éste, que determina de una u otra manera la posibilidad real de poder sacar del United al galo. Por ello Idrissi no tiene inconvenientes y ha manifestado estar a gusto con la posibilidad de encontrar sitio.
No soporta el ostracismo al que ha sido condenado, y mucho menos en este instante donde las lesiones han obligado a la dirección deportiva a tener que encontrar un sustituto en el camino. De hecho, se esperaba que fuera uno de los que saliera del oscuro pozo para exponer su talento y diera fondo de armario a Lopetegui.
Dos opciones se han dejado ver a la espera de la toma de decisiones
Por lo pronto se conoce que Turquía ha manejado alternativas con el Istanbul Başakşehir. Este equipo está tras la búsqueda de un futbolista de esas características y no ha dudado en llamar a la directiva de Nervión para conocer los pormenores de su contratación. Sevilla exige una venta total, con unas cifras accesibles desde todo punto de vista.
La otra chance llega desde Italia, y aunque no ha sido revelado el equipo se asume que sea uno de los que navega en zona media de la tabla. Así pues del éxito de esta operación depende el futuro de Martial, que al menos se ha dejado querer del equipo español, por lo que representa y por las condiciones expuestas.