La final de la Europa League disputada el pasado 14 de mayo en Turín sigue patente en el vestuario del Sevilla. Y es que la ilusión por volver a hacer algo grande en Europa este año es máxima, sobre todo para los portugueses, Beto, Carriço y Figueiras, que cada mañana recuerdan su “conjura” para revalidar el título esta temporada al ver este tatuaje, en el que esperan añadir una segunda fecha.