Convencer al delantero portugués ha pasado de ser una posibilidad en el equipo a una obligación por como viene jugando
Las últimas jornadas a pesar de no ser las mejores en cuanto a rendimiento se refiere en el Valencia CF, si tienen un punto de alta exposición con Gonçalo Guedes. El extremo, segundo punta o todero en ataque, es el punto diferencial y por tanto junta directiva en pleno ha adoptado la estrategia de sumar un número de fichajes que les permita tenerlo un tiempo más.
El partido más reciente, empate sin goles ante el Cádiz, ha sido el termómetro para terminar de pulir esta situación que ya venía siendo aguda. De hecho en la calificación individual ha resaltado, siendo el jugador de mejor puntuación a lo largo de los 90 minutos. Un hecho que ha ido de más, que se ha gestado y ha encubado el movimiento definitivo.
Valencia considera desde ya dos fichajes estructurados, que beneficien el entorno de Guedes para que acabe sellando su extensión de contrato
Desde Peter Lim en adelante han llegado a la conclusión que será fundamental empezar a certificar este tema. Necesitan un mediocampista posicional y un delantero que garantice goles, aunque no sea tan sencillo como parece. En esa verificación han saltado dos nombres a escena, el de Héctor Herrera y el de Paco Alcácer.
El primero de ellos sabe que no va a tener muchas oportunidades en el Atlético de Madrid. Mientras el segundo aunque viene sumando goles, es claro que podría inclinarse a la búsqueda de mayor cantidad de minutos. Todo un entramado que tiene a los directivos trabajando full time, pues con el acoso de algunos gigantes europeos, temen perder el único jugador capacitado para entregar algo adicional.
Guedes aún no tiene claro su futuro y sigue siendo sondeado con insistencia
Perderlo no parece una opción, pero hay que ver que en el fútbol las cosas no siempre salen como se espera. Por lo pronto se sabe que Guedes sigue siendo monitorizado por algunos referentes mundiales, tal es el caso del Liverpool que le ha puesto el ojo encima como el remplazo de Mohamed Salah.
Para que eso suceda antes deben desprenderse del egipcio que tiene contrato vigente hasta verano de 2023. Algo que por lo visto ayer ante el Manchester City queda en pleno manto de duda aunque no deja de ser llamativo. El proyecto se ve amenazado, y es la hora de la toma de decisiones más importante. Lo seguimos minuto a minuto.
