El delantero chárrua estará más de un mes fuera de los terrenos de juego
El Valencia CF se reencontró con la victoria y lo hizo en un partido que tuvo dos caras. En la primera mitad el Betis pudo golear en Mestalla. No lo hizo y eso lo aprovechó el equipo de Celades para llevarse los tres puntos. Eso sí, con un cambio de sistema al descanso provocado por la lesión de Maxi Gómez.
El delantero uruguayo no pudo saltar al terreno de juego tras los primeros 45 minutos por unas molestias y este domingo se ha confirmado que sufre una fractura en el quinto metatarsiano de su pie izquierdo. Esta lesión le tendrá cerca de mes y medio apartado de sus compañeros, por lo que Celades se queda con tan solo dos delanteros disponibles en la plantilla.
Por ese motivo no descarta poner en práctica de manera más regular el sistema de juego que tan buen resultado le dio ante el Betis en la segunda parte con Gameiro como único punta y Carlos Soler por detrás en una posición más centrada. De esta forma las bandas estarían formadas por Guedes y Ferrán Torres.
A vueltas con Garay y su sustituto
Último mes negro para el Valencia CF con la eliminación en los cuartos de final de la Copa del Rey a manos del Granada CF y la derrota en Champions ante el Atalanta. Pero la temporada sigue y el conjunto che aún tiene dos objetivos de mucha importancia como son los octavos de final de la Champions y volver a quedar entre los cuatro primeros en Liga. Para eso es clave que llegue un sustituto de Garay y parece que el Celta tiene la clave.
En verano valencianos y celestes cerraron la cesión de Jorge Sáenz hasta el año 2021, confiando en que el joven central iba a disponer de muchos minutos en Balaídos. Sin embargo eso no ha pasado y parece que tras la llegada de Murillo al equipo de Óscar García las opciones de que disponga de continuidad esta temporada son muy reducidas.
Por eso el Valencia CF ha tanteado su vuelta por petición de un Celades que lo conoce de su paso por la Sub-21. El Celta está dispuesto a dejar marchar a su jugador, siempre y cuando el conjunto che abone los tres millones de euros de penalización que en su día los clubes acordaron en caso de que sucediera algo como esto. De momento en Mestalla hay dudas sobre si abonar o no esta cantidad.