El portero georgiano se convierte en la joya de la corona del Valencia CF con un valor de mercado de 35 millones de euros
El Valencia CF ha logrado una hazaña notable en la revalorización de su plantilla tras una temporada complicada. Entre los destacados, Giorgi Mamardashvili se posiciona como el portero con mayor valor en el mercado de LaLiga, alcanzando una cotización de 35 millones de euros según Transfermarkt. Este sorprendente incremento refleja no solo el talento excepcional del georgiano sino también el interés que ha despertado en clubes de la Premier League, quienes ya consideran hacer ofertas concretas por el jugador.
La transformación de Mamardashvili, de una adquisición prácticamente sin costo (850.000 euros) a convertirse en uno de los activos más preciados del Valencia, es un testimonio del trabajo de desarrollo y gestión del club. Esta progresión no ha pasado desapercibida, y el verano promete ser un periodo de decisión importante para el futuro del jugador, tras haber recibido ofertas previas que ya indicaban su creciente valor en el mercado.
Hugo Duro y la revalorización de la plantilla
Otro caso notable de revalorización es el de Hugo Duro, cuyo valor de mercado ha experimentado un ascenso meteórico de 4 a 16 millones de euros. Diego López, parte de la denominada quinta del Pipo, también ha visto un aumento significativo en su valor, de no tener cotización a alcanzar los 12 millones de euros, demostrando así la efectividad de la cantera del Valencia y su capacidad para nutrir talentos emergentes.
La llegada de Pepelu, calificado como el mejor fichaje del Valencia en años recientes, ha sido otro movimiento acertado por parte del club, con su valor actual estimado en 16 millones de euros. La incorporación de Yaremchuk, aunque más modesta, también ha visto un aumento a 4 millones de euros, indicando una tendencia positiva en las valoraciones del equipo.
El dilema de Peter Lim
Esta estrategia de revalorización de jugadores no es nueva para el Valencia bajo la gestión de Peter Lim, quien ha visto en la venta de jugadores una vía para el crecimiento financiero del club. Sin embargo, con una generación de talentos emergentes de la cantera y recientes adquisiciones aumentando su valor en el mercado.
Lim se enfrenta a la decisión de mantener esta política de ventas o apostar por un proyecto deportivo a largo plazo que pueda devolver al Valencia a sus días de gloria. Los aficionados, por su parte, esperan con cautela para ver qué camino toma la gestión del club, conscientes de que el éxito en el campo de juego no solo depende de la calidad de los jugadores, sino también de la estabilidad y visión a largo plazo de sus dirigentes.