La báscula del supermercado valenciano principal culpable de la polémica
El supermercado de Juan Roig, Mercadona, está metido en un aprieto con los consumidores que se han percatado del timo que supone comprar los productos que ya han sido pesados, como en el queso. Y es que no coincide el peso por el que ha sido pagado, con el peso original del producto.
Cada vez son más los casos que nacen en redes sociales debido a la polémica de la báscula del supermercado valenciano. Y es que la sensibilidad al precio ha aumentado en la misma medida que los precios llevan aumentando desde hace meses, puesto que se ha vuelto incontrolable.
Los quesos para fundir el nuevo objetivo de la báscula del supermercado de Juan Roig
Este nuevo caso se ha dado con el descubrimiento de un cliente que ha pensado que sería buena idea pesar el queso en bolsa de Mercadona, debido a la creciente polémica que se está formando en redes. Para su sorpresa, acababa de ser víctima de la misma estafa que el resto.
Cómo se puede apreciar en la foto que se ha publicado cómo prueba, el cliente pesa dos bolsas diferentes de queso para fundir. Para su sorpresa, ninguna de ellas coincide con el peso que se le estipula en el envoltorio. Mientras que la de 400 gramos, pesa 355 gramos, la de 200 gramos pesa 170 gramos.
La reduflación vuelve a estar presente en los supermercados más conocidos de España
No es la primera vez que se produce un altercado en Twitter mediante la publicación de pruebas de timos de este estilo por parte de Mercadona. Así, como previamente pudimos comprobar, otro cliente se quejaba de la poca exactitud que tenía el peso de una presa ibérica que había comprado.
Estas malas prácticas llevadas a cabo por más de un supermercado, se puede encasillar bajo la denominada reduflación. Es decir, venden el mismo producto, con menor cantidad al precio original. De esta forma, el aumento del coste de las materias primas recae en el cliente, en vez de en el fabricante.