La empresa de telefonía hace aguas por todos los sitios cuando se trata de certificar cosas
Las redes sociales en pleno 2020 se han convertido en una hoja de reclamaciones permanente para la gran mayoría de empresas conocidas. Porque ya hace mucho tiempo que cuando un cliente tiene algún tipo de encontronazo con el servicio que recibe, lejos de ir a la tienda a protestar, la toman con la cuenta oficial de la entidad responsable en las redes sociales.
Un ejemplo muy claro es Vodafone, que ha aprovechado la crisis económica y la mentalidad ahorradora resultante para lanzar promociones rompedoras con un sinfín de promesas que baten todos los precios del mercado. Su lucha con Movistar es la clave.
No cumplen lo que prometen
Sin embargo, cada vez son más los clientes de Vodafone que no toleran ni una jugarreta con este tipo de ofertas. Porque se anuncian con frases rompedoras como datos ilimitados, pero después la realidad es otra. Los datos se acaban y el sistema es muy deficiente.
También es habitual ofertas de renovación a clientes de toda la vida o la mejora de las tarifas sin coste adicional. O anuncian servicios nuevos como la rellamada automática, que en realidad no tienen absolutamente ningún efecto positivo y tampoco es gratis.
Nada es como parece
Porque muchos clientes han ido destapando en las redes sociales lo que de verdad sucede. Es cierto que se producen promociones que a priori parecen irreprochables. Porque da la sensación de pasar a tener mejores servicios a un precio claramente mejor.
Pero en la práctica es totalmente falso, ya que todos los descuentos que prometen hacer luego no se hacen, se cobra cada servicio nuevo y sin avisar. Y encima después si se llama para tratar de gestionar el error, no se obtiene respuesta. Es de traca.