La marca de los cuatro aros lanza su concepto más radical como evolución de su antecesor con un toque mucho más agresivo
Una de las grandes variantes del mercado del automóvil ya está en casa, y no podía ser otro que Audi. Esto ha sido a partir de su estratosférico Audi RS Q8 ABT, un coche escandalizado que porta nada más y nada menos que 740 CV, una evolución de nivel para lo que eran ya sus antecesores, y hermanos, el RS.
El mismo es el último SUV de la firma de los cuatro aros, un modelo de tamañas dimensiones que portará el mismo motor V8 biturbo de 4.0 litros que ya hemos visto en los Audi RS6 Avant y RS7 Sportback, entre otros. Ofrece 740 CV (441 kW) de potencia y 800 Nm de par disponibles entre las 2.200 y las 4.500 rpm.
Una evolución limitada del lujoso Audi RS Q8
Esto es precisamente lo que ha hecho con su último modelo R; el ABT RSQ8-R, una edición limitada del lujoso y poderoso SUV alemán. Este ha sido creado para celebrar el 125º aniversario de ABT, por lo que como es de esperar, el número de unidades que se fabricarán es limitado, llegando a solo 125.
Y es que, además, tampoco es realmente el coche más bonito de la historia, pero tampoco el que menos. Aún así, se puede decir que no algo estético, sino deportivo de verdad. Porque por fuera, aunque ya nos encontramos ante un modelo bastante agresivo, sí pone algunos aditamentos más racing. Algo muy a destacar es que supera en velocidad a los dos SUVs más rápidos: el Bentley Bentayga Speed y el Lamborghini Urus,
Con todo, este Audi RS Q8 acelera de 0 a 100 km/h en 3.8 segundos, mientras que el sprint de 0 a 200 km/h lo lleva a cabo en tan solo 13,7 segundos. Alcanza una velocidad máxima limitada a 250 km/h, aunque si los clientes optan por el paquete dinámico, la cifra aumenta hasta unos nada despreciables 305 km/h. Con estas cifras, no es de extrañar que sea el rey de Nürburgring.
740 CV bajo una estructura amenazante de fibra de carbono
Y eso que bajo el capó, la marca alemana apuesta por el dowsizing, se olvida de los 6.0 que antaño movían a estas fieras y entra en la corriente que ya inició BMW con, por ejemplo el M4, al usar un 4,0 litros. Eso sí, con arquitectura V8 y la friolera de 740 caballos. Esa cifra, unida a unos abrumadores 800 Nm de par máximo hacen que las aceleraciones del RSQ8 sean sacudidas en forma de latigazo.
Dando la sensación de estar conduciendo un modelo mucho más pequeño. Su exterior es de un diseño mucho más agresivo de lo que acostumbramos en Audi, un SUV donde la fibra de carbono recorre el kit de carrocería por todos lados, desde retrovisores hasta faldones, pasando por salidas de refrigeración, parrilla, splitter delantero. Además, sus llantas de 23 pulgadas le dan al coche ese aspecto deportivo y amenazante.