El asturiano tuvo su primera toma de contacto con el óvalo de Indianápolis de forma brillante consiguiendo ser el mejor de los Chevrolet
La Indy500 es la corona que le falta a Fernando Alonso para tener esa Triple gesta que solo logró Graham Hill en 1972, ganando además el GP de Mónaco de Fórmula 1 y las 24 Horas de Le Mans, y que supone la adaptación y categoría de un piloto al mando de cualquier volante. Y esta vez el asturiano ha empezado encaminándola muy bien.
Una carrera la de las 500 millas de Indianápolis que es el reto de un Alonso con trabajo por delante antes de volver a la Fórmula 1 el próximo año con Renault. Un inicio en la mítica cita estadounidense que fue mejor incluso de lo esperado, con un quinto tiempo y colocándose a la par de los líderes en su priemera toma de contacto en el monstruoso Indycar. Todo ello, al menos, en cuanto al tiempo.
Fernando Alonso se colocoló a par que los líderes en el monstruoso Indianápolis
En cuanto a velocidad, que al fin y al cabo es de lo que se trata, el resto de problemas que pudieran surgir en el coche de Fernando Alonso pueden tener solución, eso sí… con más vueltas. Para empezar a enterrar los malos recuerdos de 2019 Alonso cumplió el trámite de pasar el refresher test obligatorio para tener derecho a clasificar el coche el sábado (30 vueltas a una velocidad fijada por la organización de Indycar).
Para luego, en las dos horas y media finales, donde los 33 inscritos ya compartieron pista, enseguida encontrar la velocidad. Ya en su primera tanda, de 11 vueltas, puso al #66 cuarto con una vuelta de 223,238 millas por hora (359,267 km/h de media)… Con la que irse a dormir bien tranquilo.
Con todo, Fernando Alonso fue el primer Chevrolet tras los potentes coches de Honda, donde se demostró que su McLaren Arrow SP, en su caso teñido de blanco, puede estar a la altura de las circunstancias y luchar por algo más que seguir en carrera. Tanto, que tras lo visto y lo que queda por seguir antes de la carrera del 23 de agosto no es descabellado pensar en las oportunidades más altas del asturiano.
Ahí el ovetense firmó ese Top 5 que, sin estar este curso compitiendo en la IndyCar, dejó claro que no olvida un circuito o un campeonato aunque pase mucho tiempo. Por su parte, completó unas buenas tandas que le permitieron acomodarse muy bien al coche y aclimatarse de cara a los siguientes ensayos antes del plato fuerte.
Con su McLaren Arrow el asturiano tiene motivos suficientes para pelear por cosas importantes
Y así se refirió el genio astur en las redes sociales después de este primer intento. “Del Dakar a los óvalos, creo que no hay nada más extremo. Siete meses después qué bueno subirse a un coche de carreras. Mañana más”, escribió el propio Alonso en sus redes sociales. Y lo más importante, fue una sesión sin incidentes.
Ni para Alonso ni para ninguno de los pilotos, que salieron a aprovechar bien el tiempo… que no es mucho este año. Sólo hoy y mañana para tomar contacto con la pista y el coche, adaptarse a marchas forzadas al aeroscreen, probar vueltas con y sin rebufo, con diferentes cargas de carburante, modificar reglajes… Porque el viernes, en el Fast Friday, los motores adoptarán la configuración de clasificación, este año con más potencia.