El piloto español de Fórmula 1 decide no atacar a su compañero de equipo durante el gran premio realizado en su país de procedencia
En lo que podría haber sido un final de carrera disputado y agresivo en Barcelona, Fernando Alonso optó por una postura ejemplar y prudente, donde la prioridad no fue la gloria individual, sino la integridad del equipo y el cariño por sus seguidores. En lugar de atacar a su compañero de equipo, Lance Stroll, en la última vuelta del Gran Premio de Barcelona, Alonso prefirió saludar a sus fans españoles desde la distancia del DRS.
Este comportamiento se enmarca en una jornada complicada para el piloto español, que se había clasificado en la novena posición para su carrera en casa debido a un piso dañado que requería reparaciones urgentes. Esta situación significó que, por primera vez en la temporada, fue superado en clasificación por su compañero de equipo, Lance Stroll.
Respeto a su compañero y al equipo por parte del piloto español
En los últimos 10 giros del Gran Premio, Alonso logró acercarse a su compañero de equipo, llegando incluso a situarse en el rango del DRS. Sin embargo, en lugar de buscar el adelantamiento, el piloto asturiano transmitió un mensaje a su equipo: “Decidle a Lance que no se preocupe, solo quiero ganar distancia con los coches de atrás en caso de lluvia o cualquier otro contratiempo”.
Finalmente, Alonso cruzó la meta con una diferencia de ocho décimas con Stroll, decidiendo despedirse de sus aficionados en lugar de atacar a su compañero de equipo en la última vuelta. El piloto español demostró una gran madurez y respeto hacia su compañero y equipo, tomando en cuenta que la diferencia de un puesto no alteraría de manera significativa la puntuación total del equipo.
Analizando la competencia y el rendimiento del equipo
Alonso explicó: “Creo que era un poco más rápido, como una o dos décimas y tenía neumáticos más nuevos con 10 vueltas para el final. Pero cuando te acercas a otro coche, tienes algo de aire turbulento y ya dañé un piso ayer y no quería dañar otro hoy. Y tampoco quería que él dañara el piso defendiendo. Para nosotros era lo mismo sexto y séptimo o séptimo y sexto, los mismos puntos, así que llevar el coche a casa era la elección correcta”.
Este Gran Premio de Barcelona marcó solo la segunda vez en la temporada que Alonso no logra subirse al podio. Ante la pregunta de si la ‘ola de hype’ había perdido fuerza y si esperaba una repetición en Canadá, el piloto fue tajante en su respuesta. “No volverá a suceder”, insistió. “Esta es nuestra última carrera sin podios”. No obstante, fue una carrera decepcionante para Alonso, que tuvo que admitir que su AMR23 simplemente no tenía el ritmo durante el fin de semana.