La marca estadounidense ha querido sacar al mercado la que es la versión más lujosa del segmento con un modelo de altas prestaciones
Ford ha vuelto por sus fueros con un coche a la altura de las expectativas, y ahora todo para satisfacer a los que pueden ser los conductores más exquisitos. Nos referimos al Ford Puma con su versión ST-Line, un crossover urbano deportivo de tamaño compacto, y que se caracteriza por por ser un coche de claro enfoque familiar.
El diseño exterior del Ford Puma destaca por una estética claramente deportiva y moderna. Hablamos de un crossover que recuerda poderosamente al Ford Kuga, aunque luciendo rasgos propios como son las ópticas LED de diseño propio. No obstante, y modernizando el Ford Puma clásico, este ST-Line recurre a elementos menos típicos en carrocerías todocamino.
El Ford Puma ST-Line es la versión deportiva y sofisticada del modelo clásico
La vista lateral presenta dinamismo y fluidez en sus líneas, con dos nervios ascendentes hacia que marcan claramente el diseño de su perfil. Los tiradores son del color de la carrocería, la superficie de las puertas queda libre de ornamentaciones y las lunas traseras son tintadas. En este caso, las llantas forman parte del paquete ST-Line exterior, igual que el spoiler.
La gama del Ford Puma ST-Line se compone actualmente de motores tres cilindros de 1.0 litros de cilindrada, en versión de 125 CV y 155 CV. En el caso de la versión de 155 CV dispone además de una microhibridación -y por tanto de la etiqueta ECO- y de la desactivación automática de cilindros.
Dispone de un motor de arranque-alternador de 11,5 kW de potencia (15 CV) y de una batería de 48 V y 10 Ah (algo menos de 0,48 kWh). En todos los casos la tracción es al eje delantero y la caja de cambios manual con seis velocidades, salvo en el caso del 1.0 EcoBoost sin hibridación, que está asociado a la caja Powershift de siete relaciones.
Se compone de motores cilindros de 125 y155 CV
En cuanto al motor diésel, Ford ha optado por el bloque 1.5 EcoBlue de 120 CV en combinación con una transmisión manual de seis velocidades. Al mismo tiempo, la batería se va recargando en las fases de frenado y desaceleración, para luego aportar un plus de energía ayudando al motor térmico.
En el apartado de seguridad, y como ya ocurre en el Ford Puma convencional, el ST-Line destaca por una oferta muy amplia con iluminación Full-LED, control de crucero adaptativo con asistente para atascos, sistema de mantenimiento en el carrill, frenada autónoma de emergencia con detección de peatones y asistencia sobre la dirección para realizar maniobras de esquiva.